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ARMAS DE MUJER

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ARMAS DE MUJER

Mike Nichols, Armas de mujer (1988)

Instruyó el poeta OVIDIO a los hombres en las artes del Amor en los dos primeros libros de su ARTE DE AMAR.

En el tercer libro, mostrará a las mujeres los secretos de la conquista y de Eros.

Laurence Olivier and Marilyn Monroe – Photo by Richard Avedon
Di armas a los griegos contra las Amazonas; quedan armas
para entregaros a ti y a tu tropa, Pentesilea.
Id a la guerra en igualdad; que venzan los favorecidos por
la nutricia Dione y por el niño que vuela por todo el mundo.
No era justo que compitiérais desnudas contra hombres armados;
también así para vosotros, hombres, sería indigno vencer.
(Ars amatoria, III, 1-6)

Al lado de la femme fatale más famosa de todos los tiempos, Helena de Troya, y al de otras muchas que se le han parecido, está la virtuosa Penélope y tantas mujeres en la sombra de recta conducta y buenos sentimientos.

Por tanto, podemos afirmar que hay más mujeres buenas que malas.

Todas ellas honran el nombre femenino de la VIRTUD, una diosa mujer, aunque de atributos varoniles como el valor y el coraje.

Piero del Pollaiuolo, Temperanzia (Gallerie degli Uffizi, Firenze)

CÓMO DEBE DEJARSE AMAR UNA MUJER,

y así ha de decirse, como corresponde al código de la época, y con el permiso del PUDOR.

Los dardos del amor dañan con más virulencia a los hombres que a las mujeres, y como consecuencia, son ellos más proclives a la traición.

Cary Grant y Betsy Drake

Véanse los casos notorios de Jasón, que dejó a Medea por una más joven; o de Teseo, que dejó tirada a Ariadna en Naxos; o el retorcido Demofonte, que prometió a Filis volver.

Edward Burne-Jones, Filis y Demofonte

Dicen que EL AMOR ES UN ARTE, una técnica con sus reglas y sus estrategias. Se aprende, como todo, aunque no cabe duda de que algunos estén mejor dotados para él.

Hay que aprovechar el tiempo, disfrutar del momento, agarrar el instante con fuerza…La juventud, la vida, se escapan entre los dedos.

J.W. Waterhouse, Gather ye rosebuds while ye may (1909)

Dum licet, et vernos etiamnum educitis annos,

     Ludite: eunt anni more fluentis aquae;

(III, 61-62)
Mientras sea posible, y ahora que aún estáis en la primavera de la vida,
divertíos: los años se van como el agua que fluye.

Con el paso del tiempo el cuerpo se torna flojo y ya no aguanta nada, ya no se sobresalta el corazón, y la lozanía del rostro se desvanece.

Nostra sine auxilio fugiunt bona; carpite florem,

Qui, nisi carptus erit, turpiter ipse cadet.

(III, 79-80)
Nuestros dones huyen sin remedio; coged la flor,
porque, si no se coge, desgraciadamente por sí sola caerá.
Bnf Ms Français 9219 Breviari d´amour (s. xiv)

No deben negarse los goces del amor, a pesar de que la aventura tenga un final triste, incluso a pesar de las traiciones. La propia Luna se enamoró locamente del pastor Endimión, y sabía seguro que aquello no tenía futuro.

Bartolomeo Guidobono, Endimión

El gusto, el regusto y el retrogusto del Amor permanecerán para siempre en vuestra boca. No se pierde nada intentándolo, o casi nada, quizá sólo el corazón…

Pero por lo menos, siente esa brisa que empuja la vida.

Fernando (Foto Maite Jiménez 2012)

Para estar preparada para el Amor, deberás atender muy bien al CUIDADO DEL CUERPO.

No se trata de seguir el ejemplo de Andrómaca, que andaba un poco desastrada, era extranjera y demasiado morena. Dice el refrán que “cada oveja con su pareja”, y lleva razón: el propio Héctor, con todo lo príncipe que era, vestía mal y se arreglaba poco, ya que al fin y a la postre era un guerrero.

Paul Newman y Katharine Ross en Dos hombres y un destino (George Roy Hill, 1969)

En esta Roma rutilante, alejada de la parquedad y la sobriedad pasadas, sal airosa y bien vestida de casa, pero sin pasarte. A veces, demasiados orillos alejan a los amantes.

El asunto del PEINADO es de capital importancia. Agénciate una buena ornatrix, diligente y calladita, que no te abrume con chismes de peluquería.

A las caras alargadas les queda bien la raya al medio sin más. Así se peinaba Laodamia.

Las caras redondas quieren un moño alto, y que se vean las orejas.

También va bien el peinado de Diana cazadora, un chicho cómodo atrás, con el pelo hueco, con desaliño estudiado.

Las peinetas de carey son un complemento muy chic.

Llevar el pelo despeinado, suelto, arreglada pero informal, tiene un toque seductor. Así dicen:

Ars casum simulat…

(III, 155)
El artificio parece azar…

En cualquier caso, habiendo tantos peinados posibles, intenta cambiarlo cada día.

Las hierbas de Germania sirven para teñir las canas, y dejan un color más bonito que el original.

Las pelucas que venden en el Campo de Marte son de pelo natural y te permiten estar arreglada a pesar de no haberte peinad o cuando los cabellos ya van perdiendo espesor.

No hará falta gastarse un dineral en vestidos de púrpura de Tiro, porque hoy se venden prendas muy monas a módico precio. No se trata de salir con un dineral encima. Eso no es elegante para nada.

Cecil Beaton, Vestido “Delphos” de Mariano Fortuny

Importan mucho los colores elegidos: el azul del tibio Austro, el dorado del vellón de Frixo y Hele, el azafrán de la Aurora de dedos rosados, el marino de las Ninfas del océano, el verde del mirto de Venus, el castaño de Amarilis, el color miel de las abejas de Aristeo, el negro que llevaba Briseida, que era muy blanquita. Andrómeda prefería el blanco, porque era muy morena, y así conquistó a Perseo.

Connie Nielsen como Lucila en Gladiator (Ridley Scott, 2000)

En el capítulo de la higiene, es imperativo comenzar por las axilas. No puede excusarse bajo ningún pretexto su higiene. Las piernas, siempre depiladas. Solo las bárbaras se dejan crecer el vello. Dientes impecables, cara lavada con agua tibia por la mañana.

Si quieres parecer más blanca, ponte albayalde, eso sí, con moderación. Si no lucen sonrosadas tus mejillas, ahí tienes la paleta de coloretes que es infinita. Depílate las cejas, sobre todo el entrecejo. Las sombras de ojos son muy útiles para iluminar la mirada: ceniza, azafrán y lapislázuli para los párpados nunca deben faltar en tu tocador.

Tumbas reales de Ur (2600 a.C.)

Y aquí te dejo un secreto de seducción imperdible: ACICÁLATE EN PRIVADO, que nunca jamás tu amante vea lo que haces en tu tocador:

ars faciem dissimulata iuvat

(III, 210)
El arte favorece a la belleza si está disimulado.

Todas las estatuas que andan por ahí bajo el nombre de Mirón, antes fueron un bloque basto de mármol.

Leni Riefenstahl, Olympia 1936

Igual que Venus escurre la lluvia de sus húmedos cabellos, mientras tú te acicalas, tu amante deberá creer que estás durmiendo.

Louise Dahl-Wolfe, Harper´s Bazaar, 1954

Las obras imperfectas no se exhiben hasta que están terminadas.

¡DISIMULA TUS DEFECTOS!

Pocas son las que carecen de defectos. Así que, ¡atiende!:

  • Si eres pequeña, quédate sentada siempre que puedas, para que no parezca que estás sentada cuando estás de pie.
  • Si eres demasiado delgada, que sean tus tejidos de hilo grueso.
  • Si eres demasiado pálida, las rayas te irán bien.
  • Si eres demasiado morena, vístete de oscuro, para no resaltar tu negrura.
  • Los pies feos, ocultos.
  • Los hombros caídos quieren hombreras.
  • Realza tu seno si es pequeño con un una banda debajo.
  • No gesticules si tus dedos son gordos o tus uñas feas.
  • Si te huele el aliento, no hables en ayunas.
  • Abre poco la boca al hablar si tienes los dientes feos.
  • No te rías a carcajadas, parecerá que lloras, o que rebuznas.
Horst B. Horst  1939

Muévete con elegancia, con paso femenino, no abras las piernas mucho y menea un poquito la cadera. Puedes dejar adrede el hombro un poco descubierto. Es muy sexy.

Las mujeres instruidas deben cantar para ser bellas, no como las Sirenas, que eran horrendas aunque tenían una voz maravillosa. Además, estaría bien que aprendieras a tocar la cítara. Fíjate en Orfeo, que con su música conmovía a todas las criaturas, e incluso a las rocas. Arión también atrajo a los delfines con el sonido de su lira.

Cultiva tu espíritu: lee a los poetas.

Te gustarán estos:

Calímaco, Filitas de Cos, Anacreonte…

¡Ah!, y SAFO, por supuesto:

…Quid enim lascivius illa?

(III, 331)
¿Qué hay más erótico que ella?

No te olvides de Propercio, Tibulo, Varrón, Virgilio, y un servidor.

Grace Kelly

Aprende a bailar y las reglas de los juegos de mesa. Las dos cosas son los preámbulos del amor.

No te quedes en casa. Allí no vendrán a buscarte los novios. Frecuenta los pórticos, los templos, los teatros y los circos.

Quod latet, ignotum est: ignoti nulla cupido:

     Fructus abest, facies cum bona teste caret.

(III, 397-398)
Lo que se esconde, se ignora, y no se desea lo que se desconoce:
No da frutos una cara bonita sin testigos.

El Amor es como la caza, por doquier se presenta la casualidad. Pero en tus andanzas por la Ciudad, cuídate de afeminados y ladrones. Están siempre al acecho. Ojo con los infames e engañosos. Hay hombres verdaderamente nocivos.

Jack Nicholson en El último deber (Hal Ashby 1973)

El colmo de la fortuna sería si un poeta llega a amarte. Entonces tu fama crecerá como la espuma y serás objeto de deseo de todos los demás hombres. Si Homero hubiese dejado escondida la Ilíada, hoy no se conocería, así que, si inspiras sus versos, serás famosa como un poema.

Escribe a tu amante CARTAS DE AMOR. Son infalibles para que se derrita de deseo. Sé astuta: haz que tenga dudas, no prometas con facilidad, no te niegues siempre, navega entre el temor y la esperanza. Tu lenguaje debe ser coloquial, nada de artificios, porque solo siembran confusión.

Los hombres prefieren a las mujeres alegres, las que no se enfadan como Gorgona. Dulzura, dulzura y más dulzura.

Sonríe, es fácil.

Lisa Larsen – Syracuse University, 1949

Pide a tu amante lo que pueda darte, ni más ni menos. Los poetas, solo te mandarán lo que saben hacer: versos.

Si tu amante es inexperto y visita por primera vez los cuarteles de Amor, procura no tener rival.

Non bene cum sociis regna Venusque manent.

(III, 564)
Compartidos con socios ni reinos ni placer duran bien.

El amante veterano tiene sus ventajas: no te atosigará, no te rasgará la túnica con incontrolable deseo, aunque será una pasión fecundísima. Sufrirá en silencio, y su amor será más de verdad.

Cary Grant

Te ofrezco algunos truquillos adicionales:

  • De vez en cuando di que no, aunque en tu interior oigas sí. Lo que es demasiado empalagoso, harta.
  • Hazle creer que tienes otro amante. Esto avivará el fuego.
  • Hazte la temerosa de que tu marido os descubra. El miedo trae a veces la pasión.
  • Burla la vigilancia de tu esposo, que puede llegar a ser como el propio Argos.
  • Ojo con esclavos, sirvientas y amigas. Te traicionarán porque desearán lo que tú tienes, y los hombres tienen la carne débil.
  • Finge que lo amas y estás celosa.
  • Llega un pelín tarde al banquete. Una dama nunca llega antes de tiempo.
    Lauren Bacall photographed by Louise Dahl-Wolfe (1943)

Aunque me da un poco de vergüenza, no podría dejarte sin algunas ideas para el

SEXO:

Tu amante admirará tu belleza en la cama, pero también verá sin trampa ni cartón todos tus defectos. Que no te preocupe mucho esto último.

No obstante, si tu cara es bonita, tiéndete boca arriba. Si tu espalda despierta admiración, entonces acuéstate boca abajo.

No deberías cabalgar sobre tu amante si eres muy alta. Es lo que le pasaba a Andrómaca con Héctor.

Si tus curvas son bonitas, arrodíllate sobre un cojín para que tu hombre las admire. Si tus muslos y tus senos son turgentes, tiéndete cuando él esté de pie. Así los contemplará en todo su esplendor.

La melena es un reclamo erótico de primer orden. No dudes en desatar tu cabello y sacudirlo con gracia. Así hacían las Bacantes.

Cabalga al revés como los bárbaros escitas si los niños que has tenido te han dejado estrías en el vientre.

Suéltate, grita, gime, llora, dile palabras guarras…Y si es necesario, finge sin que se note.

Ama en penumbra o a oscuras. La luz no debería revelar los defectos de vuestros cuerpos.

Pero no te olvides de una cosa:

¡VIVE Y GOZA!

P.D. No te olvides de decir: “NASÓN FUE MI MAESTRO”

Al mirar el cielo azul a Cupido descubrí,
disparaba con sus flechas pero el blanco ni le vi.
Tal vez yo o tal vez tú, tal vez a ti te alcanzarán,
pero ya te darás cuenta pues se clavan de verdad.
Aquí está, viene ya tan feliz,
con sus flechas de amor para ti,
quizás también para mi,
sí también para mi.
Esas flechas van contigo donde quiera que tú vas,
están entre tu pelo y en tu forma de mirar,
son las flechas que se clavan una vez y otra vez más,
esas flechas van contigo donde quiera que tú vas.
Y verás que te dirán que no tienes corazón,
y que nunca te preocupas de pensar en el amor.
Es igual, pues al final a todos tienen que tocar,
y las flechas se reparten pues Cupido viene y va.
Lalalalalaralala…..

OCTAVIO AUGUSTO VA A LA CHAMPIONS

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OCTAVIO AUGUSTO

VA A LA CHAMPIONS

(…)Esta ciudad no se aplaca con fuego,
este laurel con rencor no se tala.
Este rosal sin ventura, este espliego
júbilo exhala (…)
Miguel Hernández
Jugador de pelota, s. III a.C. (Museo del Louvre)

El próximo 1 de junio de 2019 se disputará en el flamante Estadio Wanda Metropolitano de Madrid la FINAL DE LA UEFA CHAMPIONS LEAGUE, que enfrentará a dos equipos británicos:

LIVERPOOL

 vs. 

TOTTENHAM

 

Estos son sus equipos fundadores:

Liverpool (1892)
Tottenham Hotspur (1885)

En su tercer viaje a HISPANIA, el emperador Octavio Augusto escribe, desde el corazón de la CELTIBERIA, esta carta a su amada esposa Livia Drusila:

Museo Arqueológico de Atenas

GAIUS IULIUS CAESAR OCTAVIANUS IMPERATOR AUGUSTUS

uxori suae

LIVIAE DRUSILAE IULIAE AUGUSTAE 

salutem plurimam:

Siân Phillips como Livia Drusila en la serie Yo, Claudio (BBC, 1976)

Espero, Livia, querida esposa, que al recibo de la presente te encuentres bien de salud.

Yo estoy un poco delicado, y el médico me ha recomendado un alto en el camino. Vengo del noroeste, de asegurarme de que los astures, cántabros y demás insurgentes están calmados y no nos van a dar más guerra.

Te echo mucho de menos. Pienso siempre en nuestras tardes paseando por el jardín del Palatino, en tu conversación tan inteligente, tus sabios consejos, tu compañía…

Brian Blessed y Siân Phillips como Augusto y Livia respectivamente en la serie Yo, Claudio (BBC, 1976)

Por otra parte, me ha producido enorme satisfacción visitar alguna de mis recientes fundaciones:

LUCUS AUGUSTI

EMERITA AUGUSTA

Me reclaman más al este para que finalmente conceda rango de ciudad imperial a CAESARAUGUSTA.

Puede que BARCINO también se vea beneficiada por mis edictos.

Con el final de la Guerra Cántabra, puedo decir igual que mi tío JULIO CÉSAR de aquellos galos que tanto le dieron que hacer:

“TODA HISPANIA ESTÁ OCUPADA”

El papiro del César 

Todo el IMPERIO es ROMANO y todo el orbe civilizado esta en paz, mi PAX AUGUSTA.

Por cierto, infórmame, por favor, de cómo van las obras del ARA PACIS AUGUSTAE. Creo que va a quedar espectacular, radiante y llena de significado. La posteridad la incluirá con toda seguridad en las guías de viajes.

Me han enseñado una estatua tuya que ha esculpido un artista muy destacado y muy habilidoso, a pesar de ser provinciano. Estás muy favorecida así divinizada, y verdaderamente el simbolismo de la cornucopia no podría ser más acertado en estos tiempos de bonanza en los que vivimos.

Livia de Baena (MAN)

Ahora estoy en mi tienda descansando. Estamos acampados en un territorio extraordinario:

COMPLUTUM 

Aprovecho estas letras para contarte un poco cómo son estos parajes, sus habitantes y su modo de vida. Sé que siempre te han interesado la geografía, la etnografía y la antropología.

Tabula Peutingeriana 

COMPLUTUM la hemos llamado, en el corazón de la CELTIBERIA, una tierra llena de fortificaciones, algo propio de pueblos temerosos y castigados por unos y por otros a lo largo de los siglos.

La denominamos así porque sus habitantes primitivos habitaban la “confluencia” de dos ríos.

Gracias a nuestras imponentes obras de ingeniería, fruto del genio y del ingenio romanos, más de 20 calzadas permiten llegar a esta pequeña pero interesante ciudad, un enclave todavía modesto, pero al que auguro un futuro próspero. Su energía dará grandes hijos de los que hablarán las generaciones futuras.

El gran Estrabón dice que aquí habitan los llamados

Καρπητανοὶ

El Tajo, que es un río mucho más largo que el Guadiana, discurre hacia occidente hasta su desembocadura, mientras que el Guadiana vira hacia el sur y hace de frontera de la región que está habitada en su mayoría por celtas y por algunos lusitanos que fueron trasplantados allí por los romanos desde la otra margen del Tajo. Pero en las regiones más del interior habitan carpetanos, oretanos y un gran número de vetones. Este territorio es bastante próspero (…)  
(Estrabón, Geografía, III, 1, 6)

Los nativos utilizan una palabra muy graciosa para expresar aquello que es rancio, reaccionario, viejuno y de ideas cerradas, algo así como el molesto chauvinismo de los galos:

CARPETOVETÓNICO

Esta creación es en honor, claro está, de estos primitivos habitantes sin romanizar.

Toros de Guisando

Aparte de su alimentación un tanto pobre, basada en la carne de las numerosas cabras montesas y de las que tienen en rebaños, la pesca de sus ríos, las bellotas y algo de queso y aceite, me ha llamado la atención un brebaje muy curioso al que llaman caelia o cerea, pues no he oído bien el nombre. Es como esas cervezas que nos han llegado de los pueblos orientales y de Egipto y que hemos probado en alguno de nuestros banquetes en palacio.

Hacen varias bebidas de cereales, el zythum en Egipto, la caelia y la cerea en Hispania, la cervesia y otros tantos en la Galia y las otras provincias, cuya espuma nutre el cutis de las mujeres.
(Plinio, Historia Natural, 22, 82)

Estoy admirado de la planta de sus caballos. ¡Qué ejemplares! Son bellísimos: rápidos, bravos y un poco indómitos, como sus jinetes.

Todos los íberos, por así decirlo, combaten como peltastas, armados a la ligera debido a su bandolerismo, como dijimos de los lusitanos, y usan jabalina, honda y puñal. Con la infantería se mezcla también la caballería y los caballos están adiestrados para subir sierras y arrodillarse con facilidad cuando hace falta y se les manda.
(Estrabón, III, 14, 15)

Fíbula de Lancia (MAN)

Este, querida Livia, será mi tercer y último viaje a Hispania.

A pesar de que quedan cosas por arreglar, pienso que es hora de volver a Roma. Me siento débil y el médico quiere que descanse un poco en BARCINO antes de zarpar para Ostia.

Acaban de informarme de que en las Kalendas de Junio va a celebrarse un certamen de PEDIFOLLIUM, disciplina deportiva insólita por estos lares, aunque, como bien sabes, de orígenes griegos, según dicen.

Imagen

No obstante, parece ser que en la Campania también son aficionados a este deporte de pelota. Será por sus orígenes helenos. Lo llaman HARPASTUM.

Pompeya

Yo he visto alguna vez a grupos de jóvenes en la Via Appia entrenándose en esta disciplina por las tardes, cuando el sol proyecta amables sombras sobre los acueductos:

En cualquier caso, que sepas que asistiré y te contaré cómo es este juego nuevo de pelota que despierta tanto entusiasmo y desata los nervios de las aficiones.

Antes del partido, iremos a un THERMOPOLIUM local, donde sirven unos dulces muy extravagantes que llaman CHURROS. Los de tamaño gigante los denominan PORRAS.

Los dos equipos britanos están muy igualados. Sus jugadores son bravos, como corresponde a esas tierras norteñas envueltas en brumas y llenas de espíritus, fantasmas y dragones.

Calendario Warwick 2014

Gane quien gane, estoy seguro de que lo pasaremos en grande. Qué pena que no estés aquí conmigo, porque tras el encuentro deportivo, los complutenses han organizado una VERBENA. Dicen que bailan agarrados y muy juntitos, encima de un ladrillo. Esto no lo he entendido.

¡Qué cosas tiene Hispania!

Querida Livia, estoy deseando verte y contarte todo esto de viva voz. Mientras, que te acompañe mi recuerdo y todo mi afecto.

SIEMPRE TUYO,

OCTAVIANO.

En COMPLUTUM, Mes de Mayo del año 13 a.C.

Pichi, es el chulo que castiga
del Portillo a la Arganzuela,
porque no hay una chicuela
que no quiera ser amiga
de un seguro servidor.
¡Pichi!
Pero yo que me administro,
cuando alguna se me cuela,
como no suelte la tela,
dos morrás la suministro,
que atizándoles candela
yo soy un flagelador.
Pichi es el chulo que castiga
del Portillo a la Arganzuela,
Es que no hay una chicuela
que no quiera ser amiga
porque es un flagelador.
¡Pichi!
No reparo en sacrificios:
las educo y estructuro
y las saco luego un duro
pa gastármelo en mis vicios,
y quedar como un señor.
Anda, y que te ondulen
con la ‘permanén’,
y pa suavizarte, que te den ‘col-crém’.
Se lo pués pedir a un pollito bien,
que lo que es a mí, no ha nacido quien.
Anda, y que te ondulen, con la ‘permanén’,
y si te sofocas, ¡tómalo con seltz!
Eres, Pichi, para mí
de lo que no cabe más,
y yo sé de algunas por ahí
que van desesperás, detrás de ti.
¡Pero, a mí, no!
¡Porque de nén!
¡Bueno soy yo!

Puedes leer también:

ULISES VA A LA CHAMPIONS (Lisboa 2014)
ZADOK EN LA CHAMPIONS (Berlín 2015)
JULIO CÉSAR VA A LA CHAMPIONS (Milán 2016)
JULIO AGRÍCOLA VA A LA CHAMPIONS (Cardiff 2017)

HOMUNCULUS

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HOMUNCULUS

Pigmeos
“Cuando habían recorrido en muchas jornadas una gran extensión de país arenoso, vieron al fin árboles que crecían en una llanura; y, acercándose, empezaron a coger los frutos que había en los árboles, pero mientras los cogían les atacaron unos hombres pequeños, de una talla inferior a la normal y, apresándolos, se los llevaron. Pero los nasamones no entendían su lengua ni los que se los llevaban la lengua de los nasamones. Y se los llevaron a través de extensas marismas y, después de cruzar estas marismas, llegaron a una ciudad donde todos eran de la estatura de sus raptores, y negros de color. A lo largo de aquella ciudad corría un gran río, y corría de poniente hacia sol levante; y en él se veían cocodrilos
(Heródoto, Fábula de Etearco : 2, 32)
Casa de Neptuno (Itálica)

El cartógrafo ORTELIUS situó en las regiones septentrionales, en el mismísimo casquete polar de su mapa, el país de unos seres pequeñitos que despertaron la imaginación de los viajeros de todas las épocas:

PIGMEOS

πυγμαῖοι

Entre el codo y el puño hay una medida de 18 dedos, 338 milímetros más o menos, y para los griegos eso era el πυγμή, el puño.
De la raíz del puño deriva el enanito latino, el PUMILIO, también llamado TRISPÍTAMOS por Plinio, porque no abulta más que tres palmos.

El πυγμαῖος es una persona del tamaño de un puño, perteneciente a un pueblo fabuloso cuyos individuos -siempre según los poetas- no alcanzaban una estatura mayor que un codo.

Gualterus Disney, Nivea et septem pumiliones (MCMXXXVII a.D.)

En sus innúmeros viajes, Heracles visitó lugares insólitos, no solo de la Hélade, sino de todo el Mediterráneo. Entre trabajo y trabajo de obligado cumplimiento, y siempre al servicio de Euristeo de Tirinto, vivió otras aventuras con seres increíbles.

Es lo que tienen los viajes, que te encuentras con maravillas. Y todos los viajeros de todas las épocas deben relatar a su vuelta sus experiencias y sus descubrimientos.

Sin ellos, no existiría la geografía.

Pigmeos defendiéndose de las grullas en el Atlas Catalán de Cresques

El gigante Anteo, hijo de Gea, custodiaba con afán sus reinos que se extendían más allá del estrecho de Gibraltar, y mataba a todo el que hollase sus dominios. Con los cráneos de los caídos decoraba su particular templo a Poseidón.

Hércules luchó con él. Anteo caía al suelo una y otra vez cansado por el combate, y la Madre Tierra le insuflaba aliento y fuerzas todas las veces. Hércules lo asfixió levantándolo en vilo para separarlo de la protección telúrica.

Pintura, firmada por Eufronio, en la cara A de una crátera de cáliz de figuras rojas atribuida a Euxiteo: Heracles lucha con el gigante Anteo. 515 – 510 a. C. Museo del Louvre, G 103.

El héroe, exhausto, se tumbó en la tierra. Al despertarse, se encontró rodeado por unos hombres diminutos. Cuenta Filóstrato el Viejo que estos seres se llaman PIGMEOS, robustos atletas y esforzados luchadores, así mismo hijos de Gea.

Muy pegados a su madre, horadan la tierra y viven en ella como las hormigas. Hércules luchó con ellos, entre carcajadas, y cuando los hubo cansado, los envolvió en la piel del león de Nemea para llevárselos como trofeo a Euristeo.

Dosso Dossi

Algo parecido le sucedió a Gulliver, quien despertó cautivo de una tropa de hombres de una altura de seis pulgadas, unos 15 cm. El viajero inglés prometió portarse bien, fue liberado, y caminó entre los habitantes de Lilliput teniendo mucho cuidado de no pisarlos.

Los viajes de Gulliver

A pesar de perseguir al pensamiento científico, muchos sabios del Mundo Antiguo no pudieron resistir la tentación de teñir de fábula la existencia de los PIGMEOS.

Así, el mismísimo Aristóteles, cuando habla de las aves migratorias, sugiere que las GRULLAS, en alguno de sus viajes invernales desde latitudes boreales, cuando buscan el clima cálido de África, se instalan en Egipto, y es cuando tropiezan con los PIGMEOS. Insiste en que esto no es mitología, que de verdad luchan con las grullas, que viven en cuevas y que sus caballos son de tamaño proporcional a sus pequeñas dimensiones.

Villa Selene (Leptis Magna)

Dicen los mitógrafos que entre los PIGMEOS vivía una joven llamada ÉNOE, que, a pesar de tener un aspecto físico nada despreciable, tenía mal carácter y era tan soberbia, que no rindió el culto correspondiente a las diosas Ártemis y Hera.

Cuando tuvo a su hijo MOPSO, todos los PIGMEOS le hicieron muchos regalos por su maternidad.

Pero las diosas del Olimpo son envidiosas y celosas, y la mayoría de las veces arremeten contra las mujeres que consideran rivales en belleza, maternidad o habilidad.

Mujeres pigmeas de Wazembe en África Central  © Teddy Seguin GEO

Entonces sucede lo de siempre, la transformación de la muchacha molesta en un animal:

Hera metamorfoseó a ÉNOE en GRULLA, e hizo que en su sangre hirviera el odio contra los PIGMEOS.

Jacob van Maerlant, Der Naturen Bloeme. Flandes, circa 1350

Quizás la pobre madre, llamada ahora Γεράνα, GÉRANA, solo quería estar cerca de su hijito, y por eso revoloteaba por el poblado de los PIGMEOS.

Los PIGMEOS se armaban y la combatían en una verdadera

GERANOMAQUIA

Le Combat des Pygmées contre les grues. Robinet Testard, [France], vers 1480. Français 22971, f. 47v © Bibliothèque nationale de France

Los PIGMEOS luchan contra las GRULLAS de modo épico, como los héroes de Homero:

Puestos en orden de batalla con sus respectivos jefes, los teucros avanzaban chillando y gritando como aves—así profieren sus voces las grullas en el cielo, cuando, para huir del frío y de las lluvias torrenciales, vuelan gruyendo sobre la corriente del Océano y llevan la ruina y la muerte á los pigmeos, moviéndoles desde el aire cruda guerra—y los aqueos marchaban silenciosos, respirando valor y dispuestos á ayudarse mutuamente.
(Ilíada III, 1ss. Trad. de Luis Segalá)

Ya que los PIGMEOS existen, como ha quedado demostrado, no debes descartar encontrarte con ellos en cualquier momento.

Si vas a Egipto, podrás conocer una tribu de PIGMEOS orfebres.

Hay otros que doman hipopótamos en el Nilo.

Pompeya

HANNÓN el NAVEGANTE viajó hasta el Golfo de Guinea y se trajo dos PIGMEOS y un gorila.

El propio JABATO se las vio en África con estos hombre pequeños pero belicosos.

También se encontró con ellos TARZÁN…

…y JIM DE LA JUNGLA.

William Berke, Pygmy Island (1950)

 

WONDER WOMAN

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WONDER WOMAN

Gal Gadot como Wonder Woman/Diana Prince en Wonder Woman (2017)
Guía las huestes de las Amazonas de escudos lunados
Pentesilea, que arde llena de furia en medio de miles,
con el ceñidor dorado atado bajo el pecho desnudo,
virgen guerrera que se atreve a enfrentarse a los hombres.
(Virgilio, Eneida I, 490-493)

Los griegos recordaban con frecuencia que una tribu insólita de mujeres guerreras se había enfrentado a sus varones más valerosos y a sus héroes más famosos:

En su noveno Trabajo HÉRCULES combatió a HIPÓLITA, hermana de PENTESILEA, que tenía un cinturón mágico regalo de su padre Ares.

TESEO acompañó a Hércules en la expedición y secuestró a ANTÍOPE, a MELANIPA ó a la propia HIPÓLITA y tuvo a Hipólito de esta unión, según cuenta Plutarco.

Salinurfa (Turquía)

Las Amazonas decidieron vengar el desprecio de Teseo al casarse con Fedra e inocularon el veneno de los celos y de la pasión aberrante de la princesa cretense hacia su hijastro.

Los griegos combatieron a las AMAZONAS con determinación, como si se tratara de terribles criaturas peligrosas y violentas. Nada tenían que ver estas mujeres con las Titanomaquias, Gigantomaquias o las Centauromaquias, pero ellos recordaron las sangrientas batallas en las innumerables series de su particular

AMAZONOMAQUIA

Mausoleo de Halicarnaso (Museo Británico)

Las AMAZONAS se retiraron a la Escitia con la tribu de los sármatas y perfeccionaron sus habilidades bélicas. Aprendieron a cabalgar como ellos y su dominio de la arquería era espectacular.

El sabio Heródoto cuenta la convivencia de las Amazonas con los sármatas. Ellos fueron los que les pusieron el nombre de οἰόρπατα , que se dice en griego ἀνδροκτόνος:

MATA-HOMBRES

Al principio los sármatas pensaban que aquellas chicas eran muchachos de una misma edad.

Mandaron a unos jóvenes para que averiguaran qué raza de criaturas eran y la Naturaleza obró el milagro: muchos jóvenes escitas amaron a las Amazonas.

Pero ellas, aunque se dejaban querer, no tenían planes de formar familia. Les decían que no estaban dispuestas a casarse y a hilar, limpiar, cuidar de los niños y quedarse encerradas en casa.

Las mujeres escitas celebraron por todo lo alto que las Amazonas, peligrosas competidoras, se fueran a otros territorios por no querer entrar por el aro de ocuparse de las cosas que manda la tradición para las mujeres.

Sephoris (Palestina)

De su estancia entre los sármatas escitas, las Amazonas se llevaron una prenda muy cómoda para cabalgar y también para luchar a pie:

LOS PANTALONES

A partir de esta emigración de las mujeres guerreras, los poetas hablan de ellas como habitantes del Ponto, o de Turquía:

PENTESILEA, reina de las Amazonas, luchaba por Troya. Aquiles quedó cautivo de su bravura en la batalla y de su exótica belleza. Ella cayó herida y él la apartó del combate porque no quería que muriera. Fue en vano.

Cuando cuenta la historia de Belerofonte, el anciano rey troyano Príamo dice que el héroe mató a las

Ἀμαζόνες ἀντιάνειραι

“VARONILES AMAZONAS”

Y que él mismo pudo verlas cuando estuvo en Frigia.

Píndaro las sitúa entre el Janto y el Istro

Los griegos llevaban mal la diversidad, sobre todo cuando unas mujeres guerreras, valientes, jóvenes y bellas desafiaban el orden establecido en sus civilizadas constituciones y amenazaban la paz de su hogar.

Sus polis no superaron las refriegas y guerras con el

βάρβαρος

El “BÁRBARO” es el que dice torpemente “ba-ba”, porque habla una lengua tosca, inferior y por tanto irrelevante en el universo helénico.

¿Qué sería de la paz de los hogares griegos si sus mujeres empezaran a querer hacer deporte, montar a caballo, empuñar la espada, el escudo, manejar arco y flechas y tener sexo libremente, tener niños y abandonar a sus parejas para criarlos en solitario?

UN PELIGRO PÚBLICO

Los poetas se encargaron de inventar etimologías pseudocientíficas para ponerlas en entredicho, como por ejemplo, que su nombre significaba

ἀμαζών

“sin pecho” porque se lo cauterizaban para poder manejar mejor el arco.

Romper con la SIMETRÍA del cuerpo, desnudar el cuerpo femenino era propio de PROSTITUTAS.

La mala fama estaba en marcha…

Para los niños griegos decir “¡Que vienen las Amazonas!” era como decir “¡Que viene el Coco!”

Ninguna mujer podía ser “como los hombres”, como decía Homero, sin pagar un precio muy alto:

SER UNA OUTSIDER

En la isla de TEMISCIRA el tiempo se ha detenido como si la hubiese envuelto una cápsula, y sus habitantes, las deslumbrantes AMAZONAS, no han muerto, como nos hicieron creer los poetas griegos.

A ellos les interesó ver morir a Pentesilea, a Hipólita, a Antíope y a Melanipe.

Pero no fue así, y prueba de ello son estos testimonios del gran conocedor de la mitología y escritor William Moulton Marston

Temiscira es un paraíso, es ISLA PARAÍSO:

-“Nunca tuve un padre. Mi madre me esculpió en arcilla y Zeus me trajo a la vida”. (Diana Prince)

HIPÓLITA, reina de las Amazonas, ha puesto a su niña el nombre de la diosa que inspirará su vida, ÁRTEMIS: cazadora, virgen, guerrera, independiente y vestida de corto para desafiar la rancia moral masculina. Para no molestar a la divinidad de los bosques y de la luna, ha preferido ponerle el nombre itálico:

DIANA

La tía ANTÍOPE entrena a la joven en el arte de la guerra cuerpo a cuerpo. No solo es la mejor de todas las alumnas, sino que además destaca por unas cualidades excepcionales nunca antes vistas.

Es difícil mantener eternamente la independencia, el aislamiento y la pureza de las costumbres.

A veces, visitantes extranjeros lo cambian absolutamente TODO.

De nuevo los varones trastocarán la vida de las

mujeres que se parecen a los hombres:

-“Sé cuidadosa en el mundo de los hombres Diana. No te merecen. Siempre has sido mi más grande amor. Hoy, te conviertes en mi más grande dolor”. (La reina Hipólita)

E incluso las circunstancias obligarán a la joven MUJER MARAVILLA a abandonar su indumentaria y a esconder sus armas para que de nuevo no amenacen el orden establecido por los hombres.

La historia se repite, no hemos nacido ayer y nada nuevo bajo el sol…

La FUERZA DEL DESTINO, que es más fuerte que los esfuerzos de mamá, de la tía y de toda la tribu, más poderosa que ella misma, le tiene preparado un FUTURO HERÓICO.

No habrá más acusaciones de pecar de HYBRIS, no habrá más barreras.

-“Si nadie va a defender el mundo,

entonces lo haré yo”.

(Mujer Maravilla)

ELOGIO DE LAS LETRAS

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ELOGIO DE LAS LETRAS 

CASSANDRA FEDELE

N.B. Cassandra Fedele, o Cassandra Fidelis (Venecia, ca. 1465-1558), famosa humanista italiana, escribió este “ELOGIO DE LAS LETRAS” en torno al año 1488 y lo pronunció ante Agostino Barbarigo, Dogo de la República de Venecia, y ante su Senado.

Este acto tuvo que ser un acontecimiento extraordinario, dada la condición femenina de la oradora, y por ser la primera vez que una erudita daba un discurso público con voz propia.

Su texto defiende la educación superior de las mujeres, argumentando que también ellas son merecedoras de los maravillosos dones que proporcionan al ser humano los STUDIA HUMANITATIS, los estudios “humanísticos”.

En nuestro tiempo también necesitamos voces como la de Cassandra que defiendan las Letras, un tesoro propio de espíritus nobles.

Llegué a las obras de Cassandra Fedele de manera casual. Me di cuenta de lo descuidadas que están estas brillantes humanistas en nuestra lengua. Sus escritos merecen ser sacados a la luz, pues sin duda Cassandra y sus coetáneas son exponentes singulares del pensamiento refinado del siglo XVI que habla en femenino, tanto en latín como en italiano.

La edición crítica del texto confeccionada para esta ocasión -y por tanto inédita- puede verse AQUÍ, en el blog SAL de Sandra Ramos Maldonado, destacada especialista en textos latinos del Renacimiento y que eligió para su Twitter el nombre de la ilustre humanista italiana: @CASFidelis.

A ella le debo la revisión final de mi traducción y sus sabias aportaciones. Por ello le doy infinitas gracias.

Estas son las palabras de Cassandra:

ELOGIO DE LAS LETRAS

(1) Reflexionando yo, alteza serenísima, senadores de la República de Venecia y eruditísimos señores, sobre qué aportaba a las muchachas la inmersión continuada en los estudios, el gran orador y filósofo Giorgio Valla, que me consideraba digna de estar en su presencia, me animó y exhortó a perseguir la inmortalidad con mi dedicación a ellos.

Villa Farnesina (Roma)

(2) Como él me persuadía e instaba con vehemencia a que finalmente pronunciara un discurso en público, a pesar de que no me olvido de que pertenezco al sexo femenino y gozo de escaso ingenio, ruborizada por el pudor, aun siendo honesta su petición, he decidido obedecerle y complacerle, para que la gente común se avergüence de sí misma y deje de molestarme por haberme consagrado a las artes liberales.

(3) En consecuencia, a nadie deberá sorprenderle si al principio a mí, a Casandra, la que les habla, la mente y el ánimo me hagan vacilar y titubear un poco.

Rafael, La Prudencia (Vaticano)

(4) De hecho, al reconsiderar la magnitud del tema sobre el que había decidido disertar ante esta asamblea tan elegante y distinguida, me daba cuenta de que nada tan significativo, brillante y refinado podía venir de un orador elocuentísimo que no pareciera escaso, oscuro y vulgar comparado con la grandeza de vuestros conocimientos y de vuestra excelencia.

(5) ¿Quién, pues, tiene un dominio del ingenio y de la oratoria y la facultad de poder estar suficientemente a la altura de un elogio de las letras y de vuestros eruditísimos oídos?

Frederic William Burton, Cassandra Fedele

(6) Por esta razón, hasta yo misma, consciente de la dificultad y sin olvidarme de mis limitaciones, con motivo de mi intervención podría haber sido fácilmente presa del pánico, si vuestra benevolencia y vuestra clemencia que mostráis con todos no me hubiesen animado a tal propósito, puesto que no ignoro que vosotros no soléis pedir o esperar de nadie más de lo que la lógica del propio caso permita o de lo que los propios hombros de cada cual parezcan poder soportar.

(7) Además de esto me persuade a hablar la oportuna facilidad del mismo tema que al principio parecía disuadirme, y la indulgencia que hace que considere que ningún discurso sea más grato de oír o más delicioso para los que son muy eruditos –parte ésta en la que más sobresalís vosotros- y para los que se dedican sobre todo a la erudición, que el discurso que prometa y abrace de cualquier modo un elogio de las artes liberales y de la literatura.

Rafael, El Parnaso (Vaticano)

(8) Así pues, animada por estos estímulos, ya que ahora veo que me escucháis con atención, hablaré–y muy brevemente, la verdad- de cuán útil, honorable, aunque placentero, y esclarecedor es para el ser humano el conocimiento de las ARTES LIBERALES. Que el ser humano se distingue de las bestias precisamente porque posee la razón y esto por derecho, no solo los filósofos, sino incluso las personas más ignorantes lo perciben y lo reconocen.

(9) ¿Qué es lo que a unos y a otros ayuda, agranda e ilumina en mayor medida que la educación en las artes liberales y su conocimiento? Verdaderamente ellas no solo separan a gran distancia al hombre del ganado, sino que hasta tal punto distinguen clara y adecuadamente al hombre instruido del ignorante e inculto que, a fe mía, los retratos y las sombras no difieren tanto de los hombres reales y vivos como lo hacen los hombres imbuidos de conocimientos de los iletrados e ignorantes.

Rafael, El Parnaso (Vaticano)

(10) Los hombres incultos, en cambio, y que no entienden de letras, si tienen en ciernes por naturaleza la semilla del ingenio y de la razón, cuando la dejan sin cultivar el resto de su vida, la están forzando a morir en cierto modo en un estado de auténtico abandono y ellos se vuelven inútiles para las cosas importantes.

(11) Debido a que vagan sin rumbo fijo, caminan en la oscuridad para hacer cualquier cosa y por culpa de la imprudencia, la ignorancia de las cosas y la inexperiencia se precipitan a muchas desgracias y pasan toda su vida a salto de mata. Estos son los que hacen de Fortuna su diosa y fían todo a su cuidado. Cuando les es favorable, la alaban y besan con ardor, pero cuando les es adversa, la acusan duramente y se quejan.

  ¡Oh, domeñador del mundo, Fortuna de mis empresas,
soldado! ¡Se presenta la oportunidad de la batalla
tantas veces deseada! No hay ninguna necesidad de
plegarias: ¡convocad al Destino con la espada!
Con esta fidelidad llevó Fortuna hasta el final los
destinos tan prósperos del Magno, con ella también lo
reclamó en la muerte desde la suma cúspide de sus
hazañas, y cruel le hizo pagar en un solo día todos los
desastres de los que lo preservó incólume durante
tantos años, y fue Pompeyo el que nunca vio mezclados
bueno y malo: en su felicidad ninguno de los dioses lo
perturbó y en su desventura ninguno se apiadó de él; de
una vez por todas lo golpeó Fortuna con la mano largo
tiempo retenida, abatido en las arenas. (1)

Paolo Uccello, El triunfo de Julio César

(12) Sin embargo, los hombres cultos y colmados de un conocimiento versátil de los temas humanos y divinos, encaminan todos sus pensamientos y sus sentimientos hacia la razón como hacia una meta y liberan de todo malestar al propio espíritu, aunque esté plagado de preocupaciones; apenas están expuestos a los innúmeros dardos de la Fortuna y están bien preparados para vivir bien y felizmente, dejando que la razón sea su guía en todas sus actuaciones; y no tienen en cuenta solo su propio bienestar, sino que además suelen ayudar a los demás muchísimo, con diligencia y criterio, tanto en los asuntos públicos como en los privados.

Rafael, La Escuela de Atenas (Vaticano)

(13) Por ello Platón, un hombre casi divino, escribió que los estados serían entonces más felices (2) cuando, o bien quienes los gobernaran hubieran filosofado previamente, o bien quienes filosofan asumieran su administración. Según creo, él pensó que los afortunados de cuerpo, fortuna y bienes materiales están mucho más inclinados a los vicios y más frecuentemente se tuercen que los que carecen de ellos, y que los dones espirituales, que por lo demás tienen en ciernes por naturaleza, resultan del todo imperfectos si no se cultivan con el estudio. Por esta razón indicó que los hombres sin estudios no son aptos para gobernar. ¡En esto no se equivocó!

(14) El estudio de las letras refina la inteligencia, ilumina y da forma al poder de la razón; borra del todo cualquier defecto del espíritu o bien lo elimina en su mayor parte; perfecciona plenamente sus cualidades y añade más belleza y elegancia a las ventajas materiales y físicas.

Capilla Brancacci (Sta. Maria del Carmine, Florencia)

(15) Por otra parte, los estados y los príncipes que protegen y cultivan estos estudios, ¡cuán humanos, refinados y nobles se vuelven! Sin duda por esta razón estos estudios se han ganado el dulcísimo apelativo de ‘humanísticos’, porque quienes eran de espíritu agreste y muy rudo, con estos estudios se volvían más civilizados y mucho más corteses; y los que, en posesión de bienes externos u otorgados por la naturaleza,  resultan por lo general arrogantes y petulantes, también adquieren la mesura propia de las artes liberales, dulzura, y esa especie de admirable amabilidad hacia todas las personas.

Guirlandaio, Capilla Tuornabuoni (Florencia)

(16) Del mismo modo, pues, que lugares por naturaleza agrestes y que se quedan sin cultivar no solo se vuelven por el trabajo del hombre y su laboriosidad feraces y fértiles en cosechas y en frutos, sino además placenteros, así nuestro talento natural se educa, se perfecciona y se ilumina con las artes liberales.

(17) Esto lo entendió con claridad Filipo, rey de Macedonia, con cuyo valor y trabajo los macedonios, engrandecidos con un imperio riquísimo, empezaron a dominar muchos pueblos y naciones. Cuando anunció en una carta al filósofo Aristóteles que su hijo Alejandro había nacido, se explicó con belleza y sabiduría y manifestó que estaba inmensamente más feliz porque al niño le había tocado nacer durante la vida del filósofo, que porque hubiese nacido heredero de un imperio tan grande(3). ¡Oh, qué palabras tan brillantes y dignas de un príncipe tan grande! ¡Qué expresión tan noble propia de un emperador!

Villa Farnesina (Roma)

(18) Aquel rey y emperador, excepcional por haberse dedicado toda su vida a los asuntos de la guerra y la conquista, había entendido a la perfección que un imperio difícilmente podía ser gobernado con justicia, con prudencia y con gloria por alguien que no hubiese sido instruido en las artes más elevadas.

(19) Así se confirmó poco después en la persona de Alejandro: por haber sido instruido en las artes liberales, superó de largo en el gobierno del Imperio, en su protección y engrandecimiento a todos los príncipes y emperadores que hubo antes que él, así como también a los que nacieron después. Por este motivo, nuestros antepasados consideraban con razón que todos los gobernantes que carecían de formación en letras, aunque fueran expertos en el arte de la guerra, eran unos patanes y unos incultos.

Hasta aquí sobre la utilidad de las letras.

Rafael, El Parnaso (Vaticano)

(20) Este campo tan exuberante y próvido como precioso y divino no solo produce en abundancia, también regala sus frutos ubérrimos, deliciosos y que duran para siempre, frutos que yo misma, cuando pude probar un poco y madurarlos conmigo, con la rueca y la aguja como simples armas de la mujer, aun abatida e injuriada decidí por mí misma marchar en la idea de que, aunque los estudios de letras no ofrecieran ni aseguraran a las mujeres ni recompensas ni dignidad, con todo, cada cual debía perseguirlos y abrazarlos solo por el placer y la satisfacción que les proporcionan…

Falta el resto.

Frederic William Burton, Cassandra Fedele

Si dolce è’l tormento
Ch’in seno mi sta,
Ch’io vivo contento
Per cruda beltà.
Nel ciel di bellezza
S’accreschi fierezza
Et manchi pietà:
Che sempre qual scoglio
All’onda d’orgoglio
Mia fede sarà.
La speme fallace
Rivolgam’ il piè.
Diletto ne pace
Non scendano a me.
E l’empia ch’adoro
Mi nieghi ristoro
Di buona mercè:
Tra doglia infinita,
Tra speme tradita
Vivrà la mia fè.
Per foco e per gelo
Riposo non hò.
Nel porto del Cielo
Riposo haverò.
Se colpo mortale
Con rigido strale
Il cor m’impiagò,
Cangiando mia sorte
Col dardo di morte
Il cor sanerò.
Se fiamma d’amore
Già mai non sentì
Quel riggido core
Ch’il cor mi rapì,
Se nega pietate
La cruda beltate
Che l’alma invaghì:
Ben fia che dolente,
Pentita e languente
Sospirimi un dì.

 

(1) Lucano.  Farsalia 7, 250-252; 8, 701-708.
(2) Platón, República. 473d.
(3) Aulo Gelio, Noches Áticas, 9, 3

EDICIÓN CRÍTICA: Sandra Ramos Maldonado

TRADUCCIÓN: Maite Jiménez Pérez

LA PRIMAVERA DE POPEA

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LA PRIMAVERA DE POPEA

Claudette Colbert es Popea en  El signo de la Cruz (Cecil B. DeMille, 1932)
“Vivía en la ciudad una tal Sabina Popea (…). Tenía esta mujer todas las cualidades, salvo un alma honrada. En efecto, su madre, destacada por su belleza entre las damas de su época, le había dado a un tiempo gloria y hermosura; sus riquezas estaban a la altura de lo ilustre de su linaje; su conversación era grata, y su inteligencia no despreciable. Aparentaba recato pero en la práctica se daba a la lascivia; raramente aparecía en público, y sólo con el rostro parcialmente velado para no saciar a quienes la miraran, o porque así estuviera más bella. Nunca se preocupó de su fama, no distinguiendo entre maridos y amantes; sin ligarse a afectos propios ni ajenos, trasladaba su pasión a donde se le mostraba la utilidad.”
Tácito, Anales XIII, 45. Año 58 a.C.
(Traducción de José Luis Moralejo. Gredos, Madrid 1986)
Escuela de Fontainebleau

POPPAEA SABINA TITO OLIO PATRE GENITA NERONI CLAUDIO CAESARI AUGUSTO GERMANICO SALUTEM PLURIMAM

Querido Nerón:

Espero que al recibo de la presente te encuentres bien. Deberás disculparme por mi repentina partida, pero ya no aguantaba más en Roma.

Ahora que mi esposo se ha marchado a la Lusitania, empieza para mí una vida nueva, mi amor.

Es hora ya de que se restaure mi fama, y que dejen de chismorrear sobre mi vida.

Esta mañana he llegado a mi Villa en esta tierra que llaman CAMPANIA FELIX. No me extraña, porque es un lugar delicioso, fértil y soleado.

Y este mar…

L’isolotto di Rovigliano desde Torre Annunziata

Aparte de mis agobios en la Ciudad, no hacían más que llegar a mis oídos noticias nada esperanzadoras para nuestros propósitos.

Tu madre– perdona que te lo diga así a las claras -está un pelín celosa de mí. Una esclava maliciosa ha llegado a airear cosas horribles sobre ella: que se había vestido con sus mejores galas y que se te había insinuado como si fuese una prostituta, dispuesta incluso a caer en el incesto. Ya sabes lo que se decía que hacía con su hermano

¡Qué malos son los celos!.

Barbara Young como Agripina la Menor en Yo, Claudio

En fin, querido, despreocúpate, porque el motivo más sólido de este viaje es supervisar las obras de la casa.

Villa de Popea en Oplontis
(Fotos Maite Jiménez, febrero 2020)

Los operarios han hecho un trabajo magnífico. Estoy especialmente satisfecha de los frescos que adornan todas las estancias. Nada tienen que envidiar a la casa de mi familia. Quieras que no, esta villa está mejor situada, lejos del bullicio de la populosa Pompeya.

Casa del Menandro en Pompeya, propiedad de Quinto Popeo

Las paredes del ATRIUM son una arquitectura de la ilusión. A esto le llama la gente TRAMPANTOJO, porque da la sensación de que podrías traspasar sus arcadas, que no hay muro. Es increíble. Por supuesto, han remozado IMPLUVIUM y COMPLUVIUM

En la parte norte del ATRIUM está un espacio que ahora se construye mucho, sobre todo  desde que la emperatriz Livia lo puso de moda en su maravillosa Villa de Prima Porta. También lo concibió espléndidamente el general Agripa en su chalé, que tú conoces. A esta estancia verde y fresca la llaman VIRIDIARIUM.

También los CUBICULA y las habitaciones de los invitados, dan a él.

Despierta especial admiración el TRICLINIUM. Los artistas se han esmerado muchísimo. Estoy deseando que empiece la temporada para dar una fiesta de inauguración.

Pero el OECUS, ¡ay!, es una maravilla total.

El pavo de Juno y las máscaras del teatro, con el mar de fondo…

ç

 

 

 

 

 

 

 

Y el trípode de Delfos de Apolo, que da un toque de distinción.

El motivo de la parte de abajo, que parece sostener toda la decoración, es muy particular, porque las manzanas y las ciruelas rojas tan veraniegas reposan en un cesto de espigas de Ceres y están cubiertos con un finísimo velo, para ser protegidas del dios del sol.

Es la primavera.

En el CALIDARIUM de mis TERMAS tampoco hemos escatimado en lujo, y no por ser un espacio más recoleto está menos decorado.

En él un bronceado Hércules se dispone a robar las manzanas del Jardín de las Hespérides.

De esta decoración estilizada de los CUBICULA me he enamorado. Es última moda.

La arquitectura de paisajes también atraerá a nuestros huéspedes, sobre todo con esos tonos ocres que quieren imitar la luz que se derrama sobre esta tierra cuando se pone el sol.

 

 

 

 

 

 

 

 

Y el ROJO, el ROJO POMPEYANO, que todos quieren tener en sus casas…

Siempre te he explicado que la HIGUERA marca el hogar. Repito tanto esto, que el arquitecto me ha regalado este bonito cesto de higos que ha causado sensación entre mis amigas.

Parecen de verdad, y creo que auguran que esta será mi verdadera casa, que compartiré contigo, sobre todo cuando apriete el calor y no aguantemos más en Roma.

El PERISTILUM que rodea el hortus es grandioso.

Hay otro más pequeño, más sombrío y por tanto más fresco, donde un estupendo pozo ocupa el patio central.

Quiero contarte también de la PISCINA. Es la más grande que se ha construído hasta la fecha en una casa particular. Sus dimensiones son: 61×17 metros.

Cuando vengas, estoy segura de que te fijarás en el PAVIMENTO, geométrico y de materiales excepcionales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Todos los motivos que voy explicándote son una verdadera declaración de intenciones: esta casa está hecha para el disfrute, el arte, la sensualidad, el amor.

Sabes que esta villa también va a estar destinada a la producción de vino y aceite. Ya me he hecho con un montón de AMPHORAE y DOLIA que he almacenado para cuando sea la vendimia y la recogida de la aceituna.

En HERCULANO ya tengo fichada una CAUPONA que comercializará mis vinos.

Foto Maite Jiménez, febrero 2020

Te sorprenderá lo que voy a decir ahora, porque es absoluta primicia.

Recordarás que VIRGILIO cantó:

Media fert tristes sucos, tardumque saporem

felicis mali…

   Esta fruta a la que llaman MANZANO DE ASIRIA o de MEDIA, es muy popular entre los judíos, por los que sabes que siento mucha simpatía. Ellos lo usan en la Fiesta del Tabernáculo.

Tienen un sabor muy ácido, pero muy peculiar. Los arbolitos que mandé traer de Cesarea van a empezar a brotar enseguida.

Tendremos limones este invierno.

Me ha contado el mismísimo PLINIO que es un remedio infalible contra los venenos. Esto es importante, perteneciendo tú a la familia a la que perteneces.

Casa de Livia en Prima Porta
(Palazzo Massimo alle Terme, Roma)

Además de todas estas iniciativas mías encaminadas a hacernos más ricos todavía, no puedo olvidarme de que he venido a descansar.

Sabes que me encanta cuidarme.

Ya se ha hecho célebre una frase mía:

OJALÁ ME MUERA ANTES DE HACERME VIEJA.

Museo del Louvre

Ya se ha aireado mi secreto de belleza mejor guardado, mi crema mágica, a la que llaman POPPEANA PINGUIA, que no es más que una mascarilla para aplicar de noche a base de leche de burra y miga de pan, pero sus resultados son increíbles. 

Jean Negulesco, Cómo casarse con un millonario (1953)

Pero lo que todavía no ha circulado por esta parte del Imperio es mi fórmula magistral para el baño. Creo que debería patentarla.

La llamaría…

EL BAÑO DE POPEA

INGREDIENTES
250 gr. de sal marina
100 gr. de bicarbonato
4 l. de leche de burra
500 gr. de miel
1 puñado de pétalos de rosa
1 vaso de aceite de oliva
PREPARACIÓN
En la bañera de agua caliente se echan la sal y el bicarbonato. Se agita el agua para que se disuelvan. Se agrega a continuación una mezcla de la leche con la miel. Finalizar incorporando el aceite y los pétalos de rosa. Se recomiendan al menos 10 minutos de relax en la bañera, para finalizar friccionando la piel con una esponja natural suave.

Mi amor, mi único amor…

Espero que vengas pronto a verme a este lugar encantador.

Te adjunto un mapa.

Oplontis en la Tabula Peutingeriana

Te estoy muy agradecida porque me has dado mucho dinero para que la casa esté así de hermosa. Aquí nos amaremos.

SIEMPRE TUYA,

POPEA

Oplontis, en los Idus de Marzo del 812 a.V.c.

“Comimos en Torre Annunziata, con la mesa servida justo a la orilla del mar. Era un día precioso y la vista de las cercanas Castellammare y de Sorrento, encantadora. Todos los que nos acompañaban se sentían felices de residir allí, y algunos pensaban que les sería imposible vivir sin ver el mar. A mí me llega con que su imagen se quede en mi alma.  Ahora estoy bien dispuesto para regresar a mis montañas. “

Goethe, Viaje a Italia  
13 de marzo de 1787
Pizza Margherita
Foto @LuzQuinteiro
 Foto Luis Cao
Ristorante L´incrocio (Torre Annunziata-Oplonti)

CORAZÓN DE LEÓN

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CORAZÓN DE LEÓN

Como aquel león en los campos de Cartago al que gravemente hirieron los cazadores en el pecho, al final se levanta para la batalla y goza sacudiendo con su cerviz la abundante melena, e impávido quiebra el dardo clavado por el ladrón y ruge con la boca ensangrentada. No de otro modo se hincha el furor en el ardoroso Turno.

Virgilio, Eneida XII, 4-9
Descubrimiento de uno de los leones de la isla de Delos en las excavaciones del s. XIX.

En la retina de todos está la hermosa plaza de San Marcos de Venecia, desierta en este tiempo por la pandemia del COVID-19.

Las palomas que incomodaban a los turistas campan ahora a sus anchas, pero suponemos que no serán ya legión, porque el alimento habrá disminuído considerablemente o desaparecido definitivamente.

Fuente: El Mundo

Es San Marcos el patrón de Venecia y su tetramorfo es el LEÓN.

Es lo que profetizó EZEQUIEL en el cautiverio de los judíos en Babilonia.

El cielo se abrió, y en un torbellino de nubes aparecieron los cuatro vivientes:

“…tenían semblante de hombre, pero cada uno tenía cuatro aspectos y cada uno cuatro alas…..de hombre, por delante los cuatro; de león a la derecha, los cuatro; de toro a la izquierda, los cuatro, y de águila por detrás, los cuatro”

(Ez, 1:10)
San Pedro de Arlanza (Burgos)

El LEÓN de San Marcos anuncia alado el FUEGO de la canícula.

Es la voz que clama en el desierto.

Fuente: Hola

El LEÓN tiene las virtudes propias de un jefe:

fuerza, coraje, fiereza, generosidad y justicia.

El primer trabajo de HÉRCULES para Euristeo fue precísamente abatir al LEÓN DE NEMEA:

Después de llegar a Nemea, primero rastreó al león y le disparó con el arco, pero como sabía que era inmortal, lo persiguió enarbolando la maza. Cuando el león se refugió en una cueva de dos bocas, tapó una y entró por la otra al encuentro del animal. Enganchándole el cuello con el brazo, lo sujetó apretándolo hasta que lo estranguló. Y cargándolo sobre sus hombros lo llevó a Cleonas.

(Apolodoro, Biblioteca 2, 5, 1)

León de Nemea en una metopa del Templo de Zeus en Olimpia

Cuando HÉRCULES regresó a Micenas, cuentan que el pavor de Euristeo fue tal, que se cree que por esta razón se le ocurrió el asunto de la tinaja.

Museo Arqueológico Nacional (Madrid) Foto Maite Jiménez, noviembre 2019

El catasterismo del LEÓN de NEMEA es la constelación LEO.

Así lo cuenta el sabio ERATÓSTENES de CIRENE:

Catasterismi

La más brillante de las estrellas de la constelación de Leo es Regulus, que en latín significa “pequeño rey”, y que en la Antigüedad era conocida como Βασιλίσκος por Ptolomeo o Cor Leonis, y en árabe por الأسد, Qalb Al Asad:

CORAZÓN DE LEÓN

Johannes Hevelius

En 1191 la fortaleza de Acre llevaba dos años de largo asedio por las fuerzas cruzadas. Los musulmanes esperaban la ayuda de su comandante más espléndido: Saladino, el único capaz de guiarles a la victoria.

Pero estaba arribando a la Bahía de Haifa una imponente flota cristiana con el guerrero más feroz de todos los cruzados: Ricardo I Plantagenet, rey de Inglaterra.

Incluso enfermo como estaba, mataba sarracenos a diestro y siniestro. Les dio la victoria a las fuerzas cruzadas. Era un verdadero

Lionheart

Ricardo Corazón de León luchando contra Saladino.

En la historia del pensamiento el LEÓN ha tenido mala y buena fama al mismo tiempo.

El Physiologus lo describe con verdadera admiración. Nadie puede resistirse a su imponente figura:

Tiene la expresión ardiente, el cuello grueso y con melena; el pecho, por delante, es cuadrado, valiente y agresivo; los cuartos traseros, delgados; tiene una gran cola, y las patas lisas y ágiles junto a los pies; los pies, gruesos y cortados, con uñas largas y curvadas. Cuando tiene hambre, enfurecido, trata a los animales igual que a ese asno que rebuzna y vocea.

(Bestiario de Philippe de Thaün, s.XII. Bestiario Medieval, Siruela 1986)
Éfeso (Turquía)

Entre los seres humanos excepcionales que tuvieron que enfrentarse al REY de los ANIMALES, está SANSÓN, quien mató a un león con sus propias manos, con la misma facilidad que venció a todo un ejército con una quijada de burro. Todo esto estaba en el plan de Yaveh para acabar venciendo a los filisteos. Se trataba solo de un CACHORRO DE LEÓN, pero lo hizo invadido por el espíritu de su dios.

P.P. Rubens .Grabado de Frans van den Wyngaerde. Fine Arts Museums, San Francisco.

Otro valiente, pero lleno de templanza y de fe, fue DANIEL, que acabó en el foso con varios leones por una injusticia de un injusto sátrapa. No le hicieron daño.

Beato de Silos (s. XII) The British Library.

El LEÓN es dual, malo y bueno, amigo y enemigo, amado y temido, respetado y depreciado, Dios y Demonio.

Pronto la imaginación medieval hizo sus ETIMOLOGÍAS y sus ALEGORÍAS.

Y el más habilidoso para construirlas es nuestro intelectual preferido:

SAN ISIDORO DE SEVILLA.

Cuando duermen, sus ojos están despiertos. Cuando caminan, su cola va cubriendo sus huellas, para que el cazador no los encuentre.

(Etim. XII, 2, 3)
De igual manera, en el misterio de la ENCARNACIÓN Cristo oculta su naturaleza divina bajo forma humana.
Satanás, como un león rugiente, acecha al hombre, pero Cristo, también LEÓN, durmiendo con un ojo abierto, siempre está alerta.
Como el LEÓN, Cristo perdona a los que se prosternan ante él, y será llamado:

EL LEÓN DE JUDÁ

No llores; mira, ha triunfado el León de la tribu de Judá,

el Retoño de David; él podrá abrir el libro y sus siete sellos.

(Apocalipsis 5:5)
I. Bergman, El séptimo sello (1957)

El LEÓN será la ALEGORÍA DE LA RESURRECCIÓN

Cuando la leona pare, pare a sus cachorros muertos, e así los vigila durante tres días, hasta que viene su padre y les exhala su aliento en la cara para darles vida. Así el Padre a su hijo, Nuestro Señor Jesucristo, al tercer día lo despertará de entre los muertos.

(Hugo de San Víctor, De Bestiis, II, 1)
Puerta de Isthar (Babilonia) Pergamon Museum Berlin
Foto Maite Jiménez, abril 2019.

En esto, el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron. Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron.

(Mateo, 27: 51-52)

From the day we arrive on the planet
And blinking, step into the sun
There’s more to be seen than can ever be seen
More to do than can ever be done
Some say eat or be eaten
Some say live and let live
But all are agreed as they join the stampede
You should never take more than you give
In the circle of life
It’s the wheel of fortune
It’s the leap of faith
It’s the band of hope
‘Til we find our place
On the path unwinding
In the circle, the circle of life.
Some of us fall by the wayside
And some of us soar to the stars
And some of us sail through our troubles
And some have to live with the scars
There’s far too much to take in here
More to find than can ever be found
But the sun rolling high through the sapphire sky
Keeps great and small on the endless round.
In the circle of life
It’s the wheel of fortune
It’s the leap of faith
It’s the band of hope
‘Til we find our place
On the path unwinding
In the circle, the circle of life.
It’s the wheel of fortune
It’s the leap of faith
It’s the band of hope
‘Til we find our place
On the path unwinding
In the circle, the circle of life.
On the path unwinding, yeah
In the circle, the circle of life.

FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN

Traducciones: Maite Jiménez abril 2020

ESTABAN EN EL AJO

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ESTABAN EN EL AJO

Foto Javier Rodríguez (abril 2020)

Si alguno con impía mano ha cortado

la garganta senil de su padre,

que coma ajo, más dañino que la cicuta.

¡Oh, qué duras son las tripas de los segadores!.

¿Qué veneno es este que rabia en mis entretelas?

¿Acaso sangre de víbora cocida con hierbas

sin que yo me enterara? ¿O es que la bruja

Canidia preparó este asqueroso festín?

Cuando Medea quedó prendada de entre todos

los Argonautas de su espléndido jefe,

untó con él a Jasón para que les pusiese

a los toros el yugo que no conocían;

para vengarse de su rival, le empapó con él

el regalo y huyó de allí en un dragón alado. 

Nunca de las estrellas un calor tan ardiente

se posó en la sedienta Apulia,

ni regalo más abrasador incendió

los hombros del poderoso Hércules.

Pero si alguna vez, burlón Mecenas,

tuvieses ganas de algo así,

que tu chica rechace con su mano tus besos,

y se acueste en la otra punta de la cama.

(Horacio, Épodo III)

Traducción Maite Jiménez (abril 2020)

Fotografía de Giacomo Cosua, NurPhoto/Getty

El Carnaval de Venecia recrea las máscaras de los médicos de la peste negra, la pandemia más terrible de todos los tiempos.

Las máscaras tenían por objeto proteger del μίασμα, la contaminación de la tierra y de las aguas, causa de muchas enfermedades.

Cuenta la leyenda que, durante una epidemia de peste bubónica en Marsella, un grupo de ladrones, aprovechando la desgraciada coyuntura, empezaron a robar cadáveres y a desvalijar las casas de fallecidos y enfermos, pero curiosamente los bandidos no contraían la enfermedad.

La clave de su inmunidad parecía estar en sus mascarillas, en las que habían metido una esponja empapada en vinagre y AJO.

El AJO actúa como repelente de muchos insectos, porque camufla muchos olores corporales de los humanos, además de ser un potente antibacteriano.

Muy probablemente las pulgas que transmitían la peste no se acercaron a los saqueadores debido a su “hedor”.

Plantas de ajo dentro de una inicial A en el Régime du Corps de Aldobrandino da Siena.

Así lo explicó Plinio, que recoge 61 remedios atribuídos al AJO. Lo declara antídoto contra las picaduras de las musarañas, las mordeduras de los perros y de las serpientes, y lo que es muy interesante: es un antídoto contra ciertos venenos.

El ajo tiene un gran poder y es muy útil para los cambios de aguas y de residencia. Espanta a las serpientes y a los escorpiones con su olor y, como muchos nos han transmitido, a todos los animales.

NH, 20, 50

El médico HIPÓCRATES indica sus beneficios e perjuicios:

El ajo produce gases, calor alrededor del tórax, pesadez en la cabeza y náuseas, y si hubiese algún otro dolor habitual lo agudizaría. En cambio, es diurético, y esto es bueno. Es excelente tomarlo si se va a salir a beber o si se está ya borracho.

(Sobre la dieta, ap. 45)
Foto Javier Rodríguez (abril 2020)

Los romanos consideraban el AJO más un medicamento que un condimento.

Apicio solo recoge tres recetas con ajo, incluyéndolo en las ostras hervidas, para cocinar el hígado, y en el pescado al vino.

Puede que el gastrónomo romano registre en su De re coquinaria el primer alioli, su célebre ALLIATUM:

Una salsa reina romana que tiene como protagonista al ajo es el conocido MORETUM, salsa de ajo enriquecida con hierbas aromáticas, con aceite de oliva, queso, vinagre y sal, que como su propio nombre indica, ha de hacerse en el mortero, según se cuenta el Appendix Vergiliana, y forma parte del desayuno del bucólico habitante de la Arcadia.

San Isidoro de Sevilla dice que se llama ALIUM porque huele:

Alium dictum quod oleat.

 (Etym. XVII, 10, 14)

Cosechando ajos (Tacuinum sanitatis, s.XV) BNF Lat. 9333, fol. 23.

En los llamados Trucos de Demócrito (Paignia), se recogen recetas fáciles para solucionar problemas comunes. Sobre el olor del ajo, dice:

Si quieres comer ajo y no oler, cuece raíces de remolacha y cómetelas.

Papiro 121 (The British Library)

Se dice que en la Tumba de Tutankamon se encontraron seis cabezas de ajos enteras, probablemente para ahuyentar los malos espíritus.

Cuando el historiador viajero HERÓDOTO visitó la Gran Pirámide de Keops, le contaron lo siguiente:

Y está indicado en la pirámide, en escritura egipcia, lo que se gastó en rábanos, cebollas y ajos para los trabajadores; y si no recuerdo mal lo que dijo el intérprete que me leía la inscripción, la suma se eleva a mil seiscientos talentos de plata.

(Hist. II, 125, 6-10)

Han sido las mujeres las grandes conocedoras de la agricultura, de los frutos, de cómo cocinarlos, de sus propiedades sanadoras, porque su papel fue el de procrear, alimentar y cuidar. Por eso las grandes hechiceras, magas o brujas fueron féminas.

Como dice el tío Ben a Peter Parker-Spiderman:

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad

Puede que el AJO esté muy cerca de ser la TRIACA, casi la PANACEA

Si es verdad que el AJO tiene propiedades mágicas y que ahuyenta no solo los miasmas, sino también es capaz de neutralizar los hechizos, puede ser verosímil que la HIERBA MOLY, que regaló Hermes a Odiseo para que Circe no hiciera con él lo que con el resto de sus compañeros, fuese un AJO.

Cuando así hubo dicho, el Argicida me dió el remedio, arrancando una planta cuya naturaleza me enseñó. Tenía negra la raíz y era blanca como la leche su flor, llámanla moly los dioses, y es muy difícil de arrancar para un mortal; pero las deidades lo pueden todo.

(Odisea, X, 302ss. Traducción Luis Segalá)
John William Waterhouse

Si hablamos de hechicerías, una de las magas más sobresalientes de todos los tiempos fue MEDEA.

Al parecer, untó a Jasón con ajo para que consiguiese uncir a los toros de Eetes de pezuñas de bronce y aliento de fuego.

Edwin Alverio (2011)

Pero MEDEA siempre tiene una cara oscura. Todos esos poderes suyos también los utilizó para deshacerse de su rival Creúsa. Con el mismo filtro mágico de AJOS con el que ayudó a Jasón, empapó un manto para la princesa corintia, igual que Deyanira con Hércules en aquel incidente de la túnica de Neso.

Después de perpetrar esta fechoría, se marchó volando en un carro de serpientes aladas, o puede que en un DRAGÓN, como nos ha contado Horacio.

En estos días de confinamiento y de distancia social, y puesto que no vamos a ser marginados por nuestro mal olor, qué mejor manera de empezar el día que con el

DESAYUNO DEL PASTOR

Tostadas con ajo y aceite de oliva

-Pedro, bien te quiero,

maguera vaquero.

Has tan bien baylado,

corrido y luchado,

que m’ has namorado,

y de amores muero.

-Alafé, nuestr’ama,

ya suena mi fama,

y aún pues, en la cama

soy muy más artero.

-No sé qué te diga.

Tu amor me fatiga;

tenme por amiga,

sé mi compañero.

-Soy en todo presto,

mañoso y dispuesto,

y en ver vuestro gesto

mucho más me esmero.

-Quiero que me quieras,

pues por mí te esmeras.

Tengamos de veras

amor verdadero.

-Nuestr’ama señora,

yo nací en buen ora.

Ya soy desde agora

vuestro por entero.


DISTANCIA SOCIAL

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DISTANCIA SOCIAL

Casino de Constanza (ant. Tomis, Rumanía)

Los céfiros ya mitigan los fríos y, con el año acabado,

el invierno en la Meótide me ha parecido más largo que los de antes;

y el carnero que no supo sostener bien a Hele en su grupa,

hace iguales las horas del día y de la noche.

Frixo y Hele (Pompeya, MAN Napoles)

Los muchachos y las muchachas alegres ya recogen violetas,

que nacen silvestres, sin que nadie las siembre.

Los prados se cubren de flores multicolores

y las aves canoras empiezan con sus espontáneos gorjeos.

Sir Lawrence Alma-Tadema, Collige, virgo, rosas.

Y para borrar su culpa de mala madre, la golondrina

hace su nido y su humilde morada bajo las vigas.

Henri Cartier-Bresson

Y la hierba que se escondía cubierta por los surcos de Ceres,

sale a la luz y extiende sus blandos vástagos por tierra;

donde hay una vid, las yemas brotan del sarmiento,

pues está la vid lejos de las playas de los getas;

Yema de la vid (Foto Javier Rodríguez 2012)

donde hay un árbol, las ramas se hinchan en él,

pues está el árbol lejos de las fronteras de los getas.

Foto María Teresa Pérez (marzo 2020)

Ahora ahí en Roma es fiesta, y las guerras de charlas del foro

lleno de palabras dejan paso a la sucesión de juegos del calendario:

hay juegos ecuestres, juegos con armas ligeras,

juegos de pelota y el juego del aro que se mueve en rápidos giros.

Púgil, s.I a.C. (Palazzo Massimo alle Terme-Roma) Foto Javier Rodríguez, diciembre 2013

Ahora es cuando los jóvenes se untan de resbaladizo aceite,

y bañan sus exhaustos cuerpos en el Acqua Vergine.

Parco degli Acquedotti-Roma (imagen)

La escena está en su apogeo y el aplauso se aviva en pasiones muy diferentes,

y en vez de tres foros resuenan tres teatros.

Teatro de Marcelo (Foto Javier Rodríguez 2013)

¡Oh, cuatro veces feliz, tantas veces feliz que no pueden contarse

es quien puede disfrutar de la Ciudad no prohibida!

Ara Pacis Augustae (Foto Javier Rodríguez 2015)

En cambio, yo contemplo la nieve derretida por el sol de primavera,

y las duras aguas que no pueden sacarse del lago.

El mar ya no está congelado por el frío, ni el boyero sármata

guía como antes su rechinante carro a través del Istro.

Delta del Danubio (Wikipedia)

Pero comenzarán a aproar aquí algunas naves,

y habrá barcos extranjeros en la playa del Ponto.

Yo ansioso iré al encuentro de los marineros, los saludaré

y les preguntaré por qué vienen, quiénes son y de dónde.

Sería sorprendente que viniesen, a no ser de un país próximo,

y hubiesen surcado seguros las aguas, a no ser cercanas.

Buque-Escuela “Galatea” en los años 50

También podría ser que alguno con las velas hinchadas por un Noto constante

haya llegado aquí desde la boca del estrecho y desde el oleaje de la larga Propóntide.

Es raro el navegante que cruza tanta mar desde Italia,

es raro el que viene a estas costas huérfanas de puertos.

Pero si sabe hablar el griego o el latín,

-ciertamente el latín será más agradable-

quienquiera que sea él, podrá traer nuevas con su voz memoriosa,

y ser él a su vez el que comparta y transmita otras noticias. 

Herbert List, Cícladas (1932)

Ruego que él pueda contarme los triunfos de César

que oyó y los votos ofrecidos a Júpiter, dios del Lacio,

y que finalmente tú, Germania rebelde, has agachado

triste la cabeza a los pies de ese gran caudillo. 

Ara Pacis Augustae (Foto Javier Rodríguez 2015)

Quien me cuente estas cosas que me dolerá no haber visto,

pasará a ser de inmediato huesped en mi casa.

¡Ay de mí! ¿Es que acaso está ahora la casa de Ovidio en Escitia?

¿Es que ahora mi castigo ofrece este lugar como mis Lares?

Dioses, haced que no quiera César que aquí estén los Penates de mi hogar,

sino solo un hospedaje pasajero para mi condena.

OVIDIO, Tristia III, 12

TRADUCCIÓN Maite Jiménez (abril 2020)

BESOS EN CUARENTENA

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BESOS EN CUARENTENA

René Magritte, Los amantes (1928)

Soul meets soul on lover´lips

(Percy B. Shelley, Prometheus Unbound, Act IV)

En tiempos de pandemia, confinamiento y cuarentena, los amantes habrán de mantener su deseo a raya, si no quieren salir en los periódicos por incumplir las normas.

El diario The Telegraph define así el comportamiento del responsable del equipo del Imperial College London, el epidemiólogo Neil Ferguson: 

“una imperdonable mezcla de ὕβρις e HIPOCRESÍA”

Creía ser inmune y permitió que su amante cruzara Londres al menos en dos ocasiones para estar juntos.

Pedro Almodóvar, Los abrazos rotos (2009)

La FILEMANÍA es el deseo de besar y es totalmente cierto que este acto humano hace que segreguemos un cóctel prodigioso de hormonas de la felicidad: oxitocina, endorfinas, testosterona, serotonina, histamina…, que nos produce la

SENSACIÓN DE FLOTAR

Paul Newman y Joanne Woodward en Samantha

JUAN SEGUNDO

Beso 2

Igual que la aledaña vid se aprieta al olmo con lascivia

y las retorcidas hiedras ciñen con sus inmensos

brazos la espigada encina,

¡ay, Neera, si tú pudieras  

serpentear por mi cuello con el lazo de tus brazos!

¡Ay, Neera, si yo pudiera

enlazar tu blanco cuello en un eterno abrazo,

unido a ti en un beso sin fin!

Entonces, ni las cuitas de Ceres, ni las de Baco amigo,

ni las del encantador Sueño

podrían arrancarme, vida mía, de la púrpura de tu boca.

Pero, como amantes que agonizan en los besos

que se cruzan, una sola barca nos llevaría a los dos

a la pálida morada de Ditis.

Luego, por campos perfumados y primavera eterna,

seríamos guiados a los lugares

donde siempre las heroínas, entregadas a sus antiguos amores,

en medio de los héroes ilustres,

dirigen las danzas o entonan por turnos felices

sus canciones en un valle de mirtos.

Allí, con las violetas, las rosas y los narcisos de rubios cabellos

se divierte el bosque de laurel

en las trémulas umbrías, y con crepitante susurro

los tibios Céfiros silban eternamente

suaves, y la tierra que no ha sido herida por el arado

abre sus pechos fecundos.

Toda la turba de bienaventurados se levantaría ante nosotros,

y en sitiales de hierba nos colocarían

entre los Meónidas en un lugar preferente.

Y ninguna de las amantes de Júpiter, despojada

de su lugar de honor, se indignaría por cedérnoslo,

y tampoco la tindárida Helena, por él engendrada.

Beso 14

¿Por qué me ofreces tus labios de fuego?

No, no quiero besarte, dura Neera,

más dura que el duro mármol.

¿Tanto estimo esos mansos

besos tuyos, ¡oh, orgullosa!,

que rígido una y otra vez con mi miembro erecto

atravieso tu túnica y la mía,

y enloquecido por un deseo insatisfecho,

me consumo yo, pobre de mí, con mi sexo ardiendo?

¿A dónde huyes? Quédate, y no me niegues

tus ojos ni tus labios de fuego.

Ahora sí, ahora quiero besarte, dulce Neera,

más dulce que el dulce meollo de un ganso.

Rodolfo Valentino en El hijo del Caid (1926)

Beso 16

Tú, más tierna que el níveo astro de Latona,

y más hermosa que la áurea estrella de Venus,

dame cien besos,

dame tantos besos como le dio

Lesbia a su ardoroso poeta, y tantos como ella recibió.

Tantas tiernas Venus, tantos Cupidos

andan vagando por tus labios

y por tus rosadas mejillas,

como vidas y muertes llevas en tus ojos,

como esperanzas, como miedos,

como gozos mezclados con cuitas sin fin

y suspiros de amantes.

Dame tantos dardos como en mi pecho

clavó la funesta mano del dios alado,

y tantos como reservó

en su aljaba de oro.

Añade también caricias, y palabras dichas en alto,

y murmullos entre suaves susurros crepitantes,

no sin tu grata risa,

no sin tus gratos mordiscos:    

como las palomitas de Caonia, que alternan

los arrullos de sus picos con trémulos aleteos,

cuando el duro invierno se retira

con los primeros vientos Favonios.

Reclinada con desmayo en mi mejilla,

gira a un lado y a otro tus ojos de agua

y pídeme que te sostenga, sin aliento,

entre mis brazos.

Yo te estrecharé con el lazo de mis brazos,

te apretaré fría contra mi cálido pecho

y te devolveré la vida

con el aliento de un largo beso,

hasta que en esos besos de rocío

también a mí me falte el aire,

y te pida desfallecido

“¡Cógeme en tus brazos!”.

Me estrecharás con el lazo de tus brazos, mi amor,

y aliviarás mi frío con la caricia de tu tibio pecho,

y me insuflarás vida

con el rocío de un largo beso.  

Así, luz de mi vida, gocemos juntos

el tiempo de la edad florida: mira, ya la achacosa

vejez viene arrastrando sus cuitas,

la enfermedad y la muerte.

Epidemia de gripe (1937)

Beso 3

“Dame un beso –dije- mi dulce amor”

Entonces tú libaste mis labios con los tuyos.

Luego, como quien salta aterrorizado por haber pisado una serpiente,

apartas de repente tu boca de mi boca.

Esto no es dar un beso, luz de mi vida, sino dar solo

la triste añoranza de un beso.

Alfred Hitchcock, Encadenados (1946)

Johannes Secundus, Basia

Traducción Maite Jiménez (mayo 2020)

EL CIELO, EL HOMBRE, EL ELEFANTE

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EL CIELO, EL HOMBRE, EL ELEFANTE

Gregory Colbert, Ashes and Snow

Italo Calvino, Il cielo, l’uomo, l’elefante, in Gaio Plinio Secondo. Storia naturale, I, Einaudi, Torino, 1982, pp. 8-13.

Después en Perché leggere i classici, Mondadori, 1995.

TRADUCCIÓN Maite Jiménez (mayo 2020)

Por el placer de leer, en la Historia Natural de Plinio yo aconsejaría centrarse sobre todo en tres libros: los dos que contienen los elementos de su filosofía, o sea el II (sobre cosmografía) y el VII (sobre el hombre) y, como ejemplo de sus correrías entre la erudición y la fantasía, el VIII (sobre los animales terrestres).

Naturalmente se pueden descubrir páginas extraordinarias por doquier: en los libros de geografía (IIIVI), de zoología acuática, entomología y anatomía comparada (IXXI), de botánica, agronomía y farmacología (XIIXXXII), o sobre los metales, las piedras preciosas y las bellas artes (XXXIIIXXXVII).

El uso que se ha hecho siempre de Plinio –creo- es para consulta, bien para conocer qué sabían los antiguos o creían saber sobre un determinado tema, o bien para espigar curiosidades y extrañezas. Sobre este último aspecto, no se puede descuidar el libro I, el sumario de la obra, cuya fascinación procede de combinaciones inesperadas: “Peces que tienen un guijarro en la cabeza. Peces que se esconden en invierno. Peces que acusan la influencia de los astros. Precios extraordinarios pagados por ciertos peces”. O cosas como “Sobre la rosa: 12 variedades, 32 fármacos. Lirios: 3 variedades, 21 fármacos. Planta que nace de una lágrima propia. Narcisos: 3 variedades,16 fármacos. Planta cuya semilla se tiñe para que nazcan flores de colores. El azafrán: 20 fármacos, dónde da las mejores flores. Qué flores se conocían en el tiempo de la Guerra de Troya.Vestidos que rivalizan con las flores”. O incluso “Naturaleza de los metales. Sobre el oro. De la cantidad de oro que poseían los antiguos. Del orden ecuestre y del derecho a llevar anillos de oro. ¿Cuántas veces ha cambiado de nombre el orden ecuestre?”.

Pepino salvaje en el Disocórides árabe

Pero Plinio es también un autor que merece una lectura detenida en el sosegado movimiento de su prosa, animada por la admiración por todo lo que existe y por el respeto por la infinita diversidad de los fenómenos.

Podríamos distinguir un Plinio poeta y filósofo, con su sentimiento del universo, su pathos del conocimiento y del misterio, y un Plinio neurótico coleccionista de datos, un compilador obsesivo que parece preocupado solamente por no desperdiciar ninguna anotación de su mastodóntico fichero.

Perspective interior view of Sir Ashton Lever’s Museum in Leicester Square, London March 30 1785. Watercolour by Sarah Stone.

En la utilización de las fuentes escritas era omnívoro y ecléctico, pero no acrítico: estaba el dato que tomaba por bueno, el que registraba a beneficio de inventario y el que rebatía como patraña evidente, aunque el método de sus valoraciones parece de lo más vacilante e imprevisible.

Una vez admitida la existencia de estas dos facetas, es necesario reconocer al punto que Plinio es siempre uno, como uno es el mundo que quiere describir en su variedad de formas.

Paolo Balboni, Varanasi

Para lograr su empeño, no tiene miedo de agotar el interminable número de formas existentes, multiplicado por el interminable número de noticias existentes sobre todas estas formas, porque formas y noticias tienen para él el mismo derecho a formar parte de la historia natural y de ser interrogadas por quien busca en ellas esa señal de una razón superior que él está convencido que tienen que contener.

El mundo es el cielo eterno e increado, cuya bóveda esférica y giratoria cubre todas las cosas terrenas (II, 2), pero el mundo difícilmente puede distinguirse de Dios, que para Plinio y para la cultura estoica a la que pertenece es un dios único, no identificable con ninguna de sus partes o aspectos, ni con la caterva de personajes del Olimpo, pero quizás sí con el sol, alma, mente o espíritu del cielo (II, 13).

Mapamundi de Pomponio Mela (Reconstrucción de K. Miller 1898)

Pero al mismo tiempo el cielo está hecho de estrellas eternas como él. Las estrellas entretejen el cielo y al mismo tiempo están insertas en el tejido celeste: aeterna caelestibus est natura intexentibus mundum  intextuque  concretis (II,  30). Pero también está el aire (encima y debajo de la luna), que parece vacío y difunde aquí abajo el espíritu vital, y genera nubes, granizo, truenos, rayos y tormentas (II, 102).

Cuando hablamos de Plinio, no sabemos nunca hasta qué punto podemos atribuírle a él las ideas que expresa. De hecho, es escrupuloso en el hecho de poner lo menos posible de su cosecha y atenerse a lo que transmiten las fuentes, y ello con arreglo a una idea impersonal del saber que excluye la originalidad personal.

Para tratar de comprender cuál es verdaderamente su sentido de la Naturaleza, qué lugar ocupa en él la arcana majestad de los principios y cuánto la materialidad de los elementos, debemos atenernos a aquello que es sin duda suyo, o sea, la sustancia expresiva de su prosa. Véanse por ejemplo las páginas sobre la luna, donde el tono de conmovedora gratitud por este “último astro, el más familiar para cuantos viven sobre la Tierra, remedio de las tinieblas”: novissimum sidus, terris familiarissimum et in tenebrarum remedium… (II, 41),  y por todo lo que él nos enseña con el movimiento de sus fases y sus eclipses, se une a la ágil funcionalidad de las frases para describir esta mecánica con nitidez cristalina.

Frontispicio de la edición de la Historia Mundi Naturalis, de Plinio el Viejo (Sigmund Feyerabend, Frankfurt am Main 1582.)

En las páginas astronómicas del libro II es donde Plinio demuestra que puede ser algo más que el compilador de gusto imaginativo como se le ha descrito habitualmente, y se revela como un escritor que posee la que será la principal cualidad de la gran prosa científica: describir con evidencia nítida el razonamiento más complejo, extrayendo de él un sentido de armonía y de belleza, todo ello sin inclinarse jamás hacia la especulación abstracta.

Plinio se atiene siempre a los hechos, a aquellos que considera hechos o que alguno los ha considerado como tales. No acepta la infinidad de los mundos, porque la naturaleza de este mundo es ya bastante difícil de conocer y la infinidad no simplificaría el problema (II, 4). No cree en el sonido de las esferas celestes, ni como fragor más allá de lo audible, ni como inefable armonía, porque “para nosotros, que estamos dentro de él, el mundo se desliza día y noche en silencio” (II, 6)

Diagrama de los planetas de los excerpta de Plinio el Viejo (Harley MS 2506  ca. 990-1000 The British Library)

Después de haber desnudado a Dios de las características antropomorfas que la mitología atribuye a los inmortales del Olimpo, Plinio debe en buena lógica volver a acercar a Dios a los hombres debido a los límites impuestos por necesidad a sus poderes. Es más, en un caso Dios es menos libre que los hombres, porque no podría darse muerte aunque quisiese: Dios no puede resucitar a los difuntos, ni hacer que el que vivió no haya vivido. No tiene ningún poder sobre el pasado, sobre lo irreversible del tiempo (II, 27). Como el dios de Kant, no puede entrar en conflicto con la autonomía de la razón, no puede evitar que diez más diez sean veinte, aunque definirlo en estos términos nos alejaría del pánico inmanente de su identificación con la fuerza de la naturaleza per quae declaratur haut dubie naturae potentia idque esse quod deum vocemus (II, 27).

Mapamundi en un salterio de ca. 1265 (Add. MS 28681, The British Library)

Los tonos líricos o lírico-filosóficos que dominan los primeros capítulos del libro II corresponden a una visión de la armonía universal que no tarda en agrietarse. Una parte considerable del libro está dedicada a los prodigios celestes.

La ciencia de Plinio oscila entre el intento de reconocer un orden en la Naturaleza y el registro de lo extraordinario y de lo único, y el segundo aspecto termina siempre por ganar la partida. La Naturaleza es eterna, sagrada y armoniosa, pero deja un amplio margen a la aparición de prodigios inexplicables. ¿Qué conclusión general debemos extraer? ¿Se trata de un orden monstruoso, hecho todo de excepciones a la regla? ¿O se trata de reglas tan complejas que escapan a nuestra comprensión? Con todo, en ambos casos debe existir una explicación para cada hecho, aunque sea desconocida por ahora: “Cosas todas de explicación incierta y escondida en la majestad de la Naturaleza” (II,  101),  y un poco más adelante: Adeo causa non deest (II, 115) Lo que falta non son las causas, pues siempre se puede encontrar una. El racionalismo de Plinio exalta la lógica de la causa-efecto, pero al mismo tiempo la minimiza: aunque encuentres la explicación a los hechos, no por ello los hechos dejan de ser maravillosos.

Plinio presenta su obra al emperador Vespasiano (BM MS.263 Naturalis historia Folio 10v ca. 1150)

La máxima que he citado en último lugar cierra un capítulo sobre el origen misterioso de los vientos, los pliegues de la montañas, las concavidades de los valles que devuelven los soplos del aire como los sonidos del eco, una gruta en la Dalmacia donde basta arrojar algo por ligero que sea para desencadenar una tempestad marina, o una roca en la Cirenaica que basta tocar con una mano para levantar un torbellino de arena. Plinio ofrece muchísimos catálogos de este tipo de hechos extraños no relacionados entre sí: sobre los efectos del rayo en el hombre, con sus heridas frías, que en las plantas solo perdona al laurel y en los pájaros al águila (II, 146); sobre las lluvias extraordinarias, de leche, de sangre, de hierro o de esponjas de hierro, de lana y de ladrillos cocidos (II, 147).

Libro de las maravillas del mundo o Viajes de Juan de Mandeville (1524) BNE.

Sin embargo, Plinio limpia el terreno de muchas quimeras, como los presagios de los cometas. Por ejemplo, él rebate la creencia de que un cometa que aparezca entre las partes pudendas de una constelación (¡qué no verían los antiguos en el cielo!), anuncie una época de relajación de las costumbres:  obscenis autem moribus in verendis partibus signorum (II, 93).

Pero cada prodigio se le presenta como un problema de la Naturaleza, en tanto que la otra cara de la norma. Plinio se defiende de las supersticiones, pero no siempre sabe reconocerlas, y esto es especialmente verdadero en el libro VII, donde habla de la naturaleza humana: incluso sobre hechos fácilmente observables transmite las creencias más abstrusas.

Es típico el capítulo de la menstruación (VII, 63-66), pero es necesario hacer notar que las noticias de Plinio van en la línea de los más antiguos tabús religiosos relacionados con la sangre menstrual. Existe una red de analogías y valores tradicionales que no entran en conflicto con la racionalidad de Plinio, como si también esta se asentase sobre el mismo terreno. Así, a veces se inclina a dar explicaciones analógicas de tipo poético o psicológico: “Los cadáveres de los hombres flotan boca arriba, los de las mujeres boca abajo, como si la naturaleza quisiese respetar el pudor de las mujeres muertas” (VII, 77)

Le livre de Lancelot du Lac & other Arthurian Romances, ca. 1275-1300 .Beinecke Rare Book & Manuscript Library, MS 229, fol. 31r

Rara vez Plinio transmite hechos testimoniados por propia experiencia directa: “He visto de noche durante los turnos de guardia de los centinelas brillar delante de las trincheras luces en forma de estrellas en las lanzas de los soldados” (II, 101).“Durante el principado de Claudio vimos un centauro que él hizo venir de Egipto conservado en miel” (VII, 35). “Yo mismo he visto en África a un ciudadano de Tisdro que se transformó de mujer en hombre el día de su boda” (VII, 36).

Ulisse Aldrovandi, Monstrorum Historia

Pero para un investigador como él, protomártir de la ciencia experimental, que había de morir asfixiado por los vapores del Vesuvio en erupción, las observaciones directas ocupan un lugar mínimo en su obra, y cuentan ni más ni menos como las noticias leídas en los libros, tanto más autorizadas cuanto más antiguas. Todo lo más que hace es curarse en salud declarando: “Sin embargo, no empeñaría mi palabra por la mayor parte de estos hechos, pero prefiero atenerme a las fuentes, a las que me remito en todos los casos dudosos, y no me canso de seguir a los griegos, que son los más exactos en las observaciones, así como los más antiguos” (VII, 8)

Pierre Henri de Valenciennes, La erupción del Vesubio. Plinio el Viejo en Estabia.

Después de este preámbulo, Plinio se considera autorizado a lanzarse a su famosa revista de las características “prodigiosas e increíbles” de ciertos pueblos de ultramar, que tendrá mucha fortuna en la Edad Media y también más adelante, y trasformará la geografía en un circo de fenómenos vivientes. Sus ecos se extenderán también en los relatos de viajes verdaderos como los de Marco Polo.

Caravana de Marco Polo hacia la India. Atlas catalán. Abraham Cresques, 1375.

No debe maravillar que las landas desconocidas en la frontera de la Tierra acojan a seres en la frontera de lo humano: los arimaspis con un solo ojo en medio de la frente, que se disputan las minas de oro con los grifos; los habitantes de los bosques de Abarimón, que corren rapidísimo con los pies del revés; los andróginos de Nasamón, que alternan uno y otro sexo cuando copulan; los tibios, que en un ojo tienen dos pupilas y en el otro la figura de un caballo. Pero el gran Barnum presenta sus números espectaculares en la India, donde se puede encontrar una población montañesa de cazadores con cabeza de perro y otra de saltadores con una sola pierna, que para descansar en la sombra se acuestan levantando su único pie para hacer de sombrilla; y otra aún nómada, con piernas en forma de serpiente; y los astomis sin boca, que viven oliendo perfumes.

Arimaspos, Crónicas de Núremberg
Hombre-sombrilla ,Crónicas de Núremberg

En medio se encuentran noticias que ahora sabemos que son verdaderas, como la descripción de los faquires indios (los llamados filósofos gimnosofistas),  o las que continúan alimentando las crónicas misteriosas que leemos en los periódicos (cuando se habla de “pies inmensos” podría tratarse del Yeti del Himalaya) o leyendas cuya tradición se prolongará durante siglos, como aquella de los poderes taumatúrgicos de los reyes (el rey Pirro curaba las enfermedades del bazo con el dedo gordo del pie).

De todo esto surge una idea dramática de la naturaleza humana como algo precario, inseguro: la forma y el destino del hombre penden de un hilo. Varias páginas están dedicadas a lo imprevisible del parto, casos excepcionales, dificultades y peligros. También esta es una zona fronteriza: cualquiera que existe podría no existir, o ser diferente, y todo lo que se decide está ahí. “En las mujeres embarazadas, todo influye en el parto, como por ejemplo el modo de caminar. Si toman comidas saladas, traerán al mundo un niño sin uñas; si no saben contener la respiración, tendrán más dificultad para parir; incluso un bostezo durante el parto puede ser letal; igual que un estornudo durante el coito puede provocar un aborto. La compasión y la vergüenza invaden a quien contempla cuán precario es el origen del más soberbio de los seres vivos: muchas veces para abortar basta el olor de una lámpara recién apagada. ¡Y pensar que de un comienzo tan frágil puede nacer un tirano o un verdugo! Tú, que confías en tu fuerza física, que estrechas entre tus brazos los dones de la fortuna y te consideras no su pupilo, sino su hijo. Tú, que tienes un alma dominante, tú, que con un simple éxito hinchas el pecho y te crees un dios, piensa qué poco habría bastado para destruírte” (VII, 42-44)

San Pedro de Cervatos

Se comprende que Plinio tuviera éxito en la Edad Media cristiana:

“Para pesar la vida en una balanza justa, siempre se debe recordar la fragilidad humana”.

El género humano es una zona de lo viviente que se define acotando sus fronteras. Por eso Plinio señala los límites extremos alcanzados por el hombre en todos los campos, y el libro VII se convierte en algo no muy diferente de lo que es hoy el Libro Guinness de los récords, sobre todo en los récords cuantitativos: fuerza para levantar pesos, velocidad en la carrera, agudeza de oído, memoria o extensión de territorios conquistados, aunque ambién en los récords púramente morales, de virtud, generosidad, bondad. No faltan los récords más curiosos: Antonia, la mujer de Druso, que no escupía nunca; el poeta Pomponio, que jamás eructaba (VII, 80); o el precio más alto pagado por un esclavo: el gramático Dafnis costó 700.000 sestercios (VII, 128)

Hay un solo aspecto de la vida humana sobre el que Plinio no se atreve a indicar récords o intentar medidas y comparaciones: la felicidad. No se puede decidir quién es feliz y quién no, pues depende de criterios subjetivos y opinables: Felicitas cui praecipua fuerit homini, non est humani iudicii, cum prosperitatem ipsam alius alio modo et suopte ingenio quisque determinet (VII, 130)

Si se quiere mirar a la verdad a la cara y sin engaños, ningún hombre puede llamarse feliz, y aquí se encuentra la casuística que Plinio dedica a las vicisitudes de la fortuna, a lo imprevisible de la duración de la vida, a la vanidad de la astrología, a las enfermedades, a la muerte. La separación entre las dos formas del saber que la astrología mantenía unidas, -la objetividad de los fenómenos calculables y predecibles y el sentimiento de la existencia individual del futuro incierto-, esta separación que constituye los presupuestos de la ciencia moderna, podemos decir que se presenta ya en estas páginas, aunque como una cuestión no definitivamente decidida todavía, de la que se precisa reunir una documentación exhaustiva. Cuando ofrece estos ejemplos, Plinio parece que se enreda un poco: todos los hechos acaecidos, todas las biografías, todas las anécdotas pueden servir para probar que la vida, considerada desde el punto de vista de quien la vive, no soporta cuantificaciones ni calificaciones, no permite ser medida o comparada con otras vidas. Su valor está dentro de ella misma, tanto más cuanto que las esperanzas y los miedos de un Más Allá son ilusorios.

Plinio comparte la opinión de que después de la muerte comienza una no-existencia equivalente y simétrica a la que precede al nacimiento. Por esta razón, la atención de Plinio se proyecta en las cosas del mundo, cuerpos celestes y territorios del globo, animales, plantas y piedras. El alma, a quien se le ha negado toda supervivencia, si se repliega en sí misma, solamente puede disfrutar de estar viva en el presente: Etenim  si  dulce  vivere est,   cui   potest   esse   vixisse?  At quanto facilius certiusque sibi quemque credere, specimen securitas antegenitali sumere experimento! (VII, 190). “Modelar la propia tranquilidad sobre la experiencia de antes del nacimiento”, o sea, proyectarse en la propia ausencia, única realidad segura antes de que viniésemos al mundo y después de que hayamos muerto. He aquí, pues, la felicidad de reconocer la infinita varidad de lo otro con respecto a nosotros que la Naturalis Historia expone ante nuestros ojos.

Paolo Balboni, Varanasi

Si el hombre está definido por sus límites, ¿no debería estarlo también del culmen donde puede destacar? Plinio se siente en la obligación de incluír en el libro VII la glorificación de las virtudes del hombre, la celebración de sus triunfos. Recurre a la historia romana como compendio de todas las virtudes, y está tentado a encontrar una conclusión pomposa condescendiendo a la alabanza imperial que le permitiría señalar el culmen de la perfección humana en la figura de Augusto. Pero diría que este no es el tono que caracteriza su tratamiento, sino la actitud titubeante, restrictiva y amarga, que es la que más se adecúa a su temperamento. Podríamos reconocer las cuestiones que acompañaron a la constitución de la antropología como ciencia. ¿Una antropología debe intentar salir de una perspectiva “humanística”, para alcanzar la objetividad de una ciencia de la naturaleza? ¿Los hombres del libro VII cuentan más en tanto que son “otros”, distintos de nosotros, quizás no más hombres o aún no hombres? Pero, ¿es posible que el hombre salga de la propia subjetividad hasta el punto de tomarse a sí mismo como objeto de ciencia? La moral que Plinio evoca invita a la cautela y a la prudencia: ninguna ciencia puede iluminarnos sobre la felicitas, sobre la fortuna, sobre la economía del bien y del mal, sobre los valores de la existencia. Cada individuo muere y se lleva consigo su secreto.

Marlon Brando en el rodaje de Julio César (Joseph L. Mankiewicz, 1953)

Con esta nota desconsolada Plinio podría concluir su tratado, pero prefiere añadir un elenco de descubrimientos e invenciones tanto legendarios como históricos. Anticipándose a muchos antropólogos modernos que defienden una continuidad entre la evolución biológica y la tecnológica, desde los utensilios paleolíticos a la electrónica, Plinio admite implícitamente que las aportaciones del hombre a la Naturaleza pasan a formar parte también ellas de la naturaleza humana. De aquí a establecer que la verdadera naturaleza del hombre es la cultura no hay más que un paso.

Pero Plinio, que no conoce las generalizaciones, busca lo específicamente humano en invenciones y usos que puedan ser considerados universales.  Según su opinión (o según sus fuentes), son tres los hechos culturales sobre los que se ha establecido un acuerdo tácito entre los pueblos: gentium consensus tacitus (VII, 210): la adopción del alfabeto (griego y latino), el afeitado del rostro masculino realizado por el barbero y las marcas de las horas del día en el reloj solar.

La tríada no podría ser más bizarra -por la conjunción incongruente de tres términos: alfabeto-barbero-reloj-, ni más discutible. De hecho, no es verdad que todos los pueblos tengan sistemas de escritura similares, ni es verdad que todos se rasuren la barba. Y en cuanto a las horas del día, el propio Plinio se extiende contando una breve historia de los diferentes sistemas de división del tiempo. Pero no queremos subrayar aquí la perspectiva “eurocéntrica”, que no es exclusiva de Plinio ni de su tiempo, sino la dirección en la que se mueve: el intento de fijar los elementos que se repiten constantemente en las culturas más diversas para definir aquello que es específicamente humano se convertirá en un principio del métido de la etnología moderna.

Paolo Balboni, Varanasi

Establecido este punto del gentium consensus tacitus, Plinio puede cerrar su tratado del género humano y pasar ad reliqua animalia, a los otros seres vivos.

El libro VIII, que pasa revista a los animales terrestres, comienza con el elefante, al que se le dedica el capítulo más largo. ¿Por qué esta prioridad para el elefante? Porque ciertamente es el animal más grande, y el tratado de Plinio procede conforme al orden de importancia que a menudo coincide con el orden del tamaño físico, pero también y sobre todo porque espiritualmente ¡este es el animal “más próximo al hombre”! Así se inicia el libro VIIIMaximum est elephas proximumque humanis sensibus.

De hecho, el elefante –se explica justo a continuación- reconoce el lenguaje de la patria, obedece órdenes, memoriza lo aprendido, conoce la pasión amorosa y la ambición de la gloria, cultiva virtudes “raras incuso en los hombres” como la probidad, la prudencia, la equidad, y tributa una veneración religiosa hacia las estrellas, el sol y la luna. Plinio no gasta ni siquiera una palabra, excepto aquel superlativo maximum, para describir este animal -por lo demás fielmente representado en los mosaicos romanos de la época-, sino que refiere solo las curiosidades legendarias que ha encontrado en los libros: los ritos y las costumbres de la sociedad elefantina se representan como si fuesen una población diferente de la nuestra, pero sin embargo digna de respeto y comprensión.

En la Naturalis Historia el hombre, perdido en medio de un mundo multiforme, prisionero de su propia imperfección, tiene por una parte el consuelo de saber que también Dios es limitado en sus poderes: Inperfectae vero in homine naturae praecipua solacia, ne deum quidem posse omnia (II, 27), y por otra, tiene como su prójimo directo al elefante, que puede servirle de modelo en el plano espiritual.

Aprisionado entre estas dos grandezas imponentes y benignas, el hombre aparece verdaderamente empequeñecido, pero no aplastado. La revista de los animales terrestres pasa, como en una visita infantil al zoo, del elefante a los leones, las panteras, los tigres, los camellos, las girafas, los rinocerontes y los cocodrilos. Siguiendo un orden decreciente según las dimensiones, se pasa a las hienas, los camaleones, los puercoespines, los animales de madriguera y también a los caracoles y lagartijas. Los animales domésticos se amontonan al final del libro.

Paisaje con animales y otras criaturas: elefante, lagartija, dragón, rinoceronte, cabra, girafa y camello (Grabado de Abraham de Bruyn 1578)

La fuente principal es la Historia animalium de Aristóteles, pero Plinio recupera de autores más fiables o más fantasiosos las leyendas que el Estagirita descartaba o refería solo para refutarlas. Esto ocurre tanto con las noticias de animales menos conocidos como con la mención y descripción de animales fantásticos, cuyo catálogo se mezcla con el de los primeros. De este modo, hablando de los elefantes, una digresión nos informa de los dragones, sus enemigos naturales. Y a propósito de los lobos, Plinio registra (aunque sea para burlarse de la credulidad de los griegos) las leyendas de los licántropos. De esta zoología forman parte la anfisbena, el basilisco, el catoblepas, las crócotas, las corocotas, los leucocrotos, los leontofontes, las mandrágoras, que desde esta página pasaran a poblar los bestiarios medievales.

La mandrágora, criatura entre planta y hombre en el Dioscórides, De materia medica, s.VII, Napoles Biblioteca Nazionale, Cod Gr 1 f.90

La historia natural del hombre se extiende por la de los animales durante todo el libro VIII, no solo porque las nociones transmitidas se refieren en gran medida a la cría de los animales domésticos y a la caza de los salvajes -además de la utilidad práctica que saca el hombre de unos y otros-, sino porque también es un viaje por la fantasía humana con Plinio como guía.

El animal, sea real o fantástico, ocupa un lugar privilegiado en la dimensión de lo imaginario. Apenas es nombrado, se inviste de un poder fantasmal, se convierte en alegoría, en símbolo, en emblema.

Por ello recomiendo al lector errabundo detenerse además de en los libros más “filosóficos” (el II y el VII), también en el VIII, por ser el más representativo de una idea de la Naturaleza que se expresa profusamente a lo largo de los 37 libros de la obra: la Naturaleza como algo que es externo al hombre, pero que no se distingue de lo que es más intrínseco a su mente, el alfabeto de los sueños, el código secreto de la imaginación, sin el cual no se dan ni la razón ni el pensamiento.

Gregory Colbert, Ashes and Snow

SHELLEY EN POMPEYA

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SHELLEY EN POMPEYA

Basílica (Pompeya 1934)
I stood within the City disinterred;
And heard the autumnal leaves like light footfalls
Of spirits passing through the streets (…)
 Shelley, Ode to Naples

Percy Bysshe Shelley

Nápoles, 26 de enero de 1819

A Thomas Love Peacock

QUERIDO PEACOCK:

(…) Hemos estado viendo Pompeya, y ahora estamos esperando el retorno del tiempo primaveral para visitar primero Paestum y luego las islas. Después regresaremos a Roma.

Me he quedado impresionado con los restos de esta ciudad. No tengo conocimiento de que nada tan perfecto siga aún en pie. Mi idea de cómo fue destruída es la siguiente: primero, un terremoto la sacudió, arrancó la techumbre a casi todos sus templos y quebró sus columnas.; luego, cayó una lluvia de pequeños fragmentos livianos de piedra pómez; a continuación, un torrente de agua hirviendo mezclada con cenizas rellenó todas las grietas.

Sebastian Pether, La erupción del Vesuvio de 1825

Un amplio y achatado altozano, a partir del que la ciudad fue excavada, se halla ahora cubierto por tupidos bosques, y se pueden ver las tumbas, los teatros, los templos y las casas, rodeados por un inhóspito yermo.

Joseph Severn, Retrato póstumo de Shelley escribiendo “Prometeo liberado” (1845)

Entramos en la ciudad desde el lado que da al mar, y lo primero que vimos fueron dos teatros.

Porta Marina (años 20)

Uno es más grandioso que el otro, y está cubierto por las ruinas del mármol blanco que dio forma a sus asientos y cornisas, unas piezas robustas esculpidas con audacia. En el proscenio, entre el escenario y los asientos, está el espacio circular a veces ocupado por el coro. El escenario es muy estrecho, aunque largo, y separado de esta parte por un añadido en paralelo, supongo que para la orquesta. A cada lado están las tribunas de los cónsules. En el teatro de Herculano fueron encontrados debajo de estos asientos dos estatuas ecuestres de una calidad excepcional, que ocupaban el mismo espacio que las grandes lámparas de bronce del Teatro Real de Drury Lane.

Fotografía de Giorgio Sommer, Teatro trágico

Dicen que el teatro más pequeño era para las comedias, aunque tengo mis dudas. Sentado en sus asientos, se divisa un panorama de una belleza espectacular.

Giorgio Sommer

Luego, caminas por las viejas calles, muy estrechas, con casas bastante pequeñas, aunque todas construidas con un diseño excelente, muy apropiado para este clima.

Via Stabia (Giorgio Sommer 1868)

Las habitaciones dan a un patio, o a veces a dos, dependiendo de las dimensiones de la casa. En el medio hay una fuente, a veces rodeada por un pórtico de columnas estriadas de estuco blanco.

Casa del Fauno (Giorgio Sommer)

El pavimento está decorado con mosaicos. Algunos imitan hojas de vid, otros representan pintorescas figuras, más o menos bonitos dependiendo del rango de su propietario. Las casas tenían todas pinturas al fresco, pero la mayoría de ellas fueron arrancadas para decorar el Museo Real.

Memento mori (Museo Archeologico Nazionale di Napoli)

Aún quedan figurillas aladas y pequeños ornamentos de una elegancia exquisita. Hay una vida idílica en las formas de esas pinturas de un encanto inigualable, si bien la mayoría de ellas son evidentemente obra de artistas de talla muy inferior. Parece como si, en esta atmósfera de belleza ideal que los rodeaba, cada ser humano pudiera captar un esplendor que no le pertenecía.

Victoria alada (Casa dei Triclini)

En una de las casas puede verse cómo estaban decoradas las habitaciones: un pequeño diván de obra donde se colocaban los cojines.

Triclinio (Casa del Moralista)

Decoran la estancia dos frescos: uno que representa a Diana y Endimión,

Fresco de Selene y Endimión (Casa de los Dióscuros) MAN Napoli.

y el otro a Venus y Marte.

Casa de Marte y Venus

También hay un pequeño nicho, que alberga la estatua del dios del hogar.

Lararium (Giorgio Sommer)

El suelo está decorado con un rico mosaico de los mármoles más excepcionales, ágata, jade y pórfiro;  da a la fuente de mármol y a las columnas blancas como la nieve, cuyo entablamento cubre el suelo del pórtico que lo sustentaba.

Casa della Fontana Grande

Las casas tienen solo una altura, y los pisos, a pesar de que no son muy espaciosos, sí son muy altos. Esto tiene sus ventajas, absolutamente desconocidas en nuestras ciudades. Los edificios públicos, cuyas ruinas son ahora como un bosque de blancas columnas estriadas, y que soportaron en otro tiempo los entablamentos cargados de esculturas, se veían al completo desde los tejados de las casas. Esta era la excelencia de los antiguos. Sus gastos privados eran comparativamente moderados. Por ejemplo, la vivienda de uno de los principales senadores de Pompeya es verdaderamente elegante, y está adornada con las más hermosas piezas de arte, pero es pequeña.

Giorgio Sommer, Casa de Marco Lucrecio

Sin embargo, sus edificios públicos, de un diseño audaz y grandioso, se caracterizaron siempre por un derroche de fasto. Es maravilloso ver el número y la grandiosidad de los edificios públicos en la pequeña ciudad de Pompeya (tenía aproximadamente 20.000 habitantes).

Filippo Palizzi, Gli scavi di Pompei

Otra ventaja añadida es que, en este caso, no se aislaron del espectacular paisaje que los rodeaba, y que, a diferencia de los habitantes de las gargantas cimerias de las ciudades modernas, los antiguos pompeyanos podían contemplar las nubes y las luces del cielo, ver la luna alzarse por detrás del Vesuvio,  y ponerse el sol en el mar, trémulo en una atmósfera de vapor dorado, entre Inarime y Miseno.

El Golfo de Nápoles desde la Certosa di San Martino (Foto Maite Jiménez 2011)

Después vimos los templos.

Del Templo de Esculapio no queda nada excepto un altar de piedra negra adornado con una cornisa que imita las escamas de una serpiente. Se encontró su estatua de terracota en la cela.

Templo de Asclepio

El Templo de Isis está más logrado. Está rodeado por un pórtico de columnas estriadas, y en el espacio circundante hay dos altares, muchos pedestales de estatuas y una pequeña capilla de estuco blanco tan duro como la piedra y de proporciones exquisitas.

Templo de Isis (Giorgio Sommer)

Sus paneles están adornados con bajorrelieves poco visibles, pero de la factura más delicada y perfecta que se pueda concebir. Son de tema egipcio, ejecutadas por un artista griego, que armonizó todas las extravagancias antinaturales de la idea original con el sobrenatural encanto de su genio nativo. Apenas tocan el suelo con sus pies, y sus túnicas levantadas al viento parecen alas.

Afrodita anadiomene (Templo de Isis) MAN Napoli

El templo que está en el medio se levantaba sobre una plataforma alta, accesible gracias a unos escalones, y estaba decorado con exquisitos frescos. Algunos de ellos los vimos en el Museo de Portici. Es pequeño, de los mismos materiales que la capilla, con pavimento de mosaico y columnas jónicas estriadas de estuco, tan blancas que cuando las miras te deslumbran.

El descubrimiento del Templo de Isis (Pietro Fabris 1776)

Desde allí, a través de otros pórticos y laberintos de muros y columnas (no puedo detallarte todo), llegamos al Foro.

Curzando la Basílica hacia el Foro (2 de febrero de 1924)

Consiste en una amplia plaza rodeada por prominentes pórticos de columnas estriadas, algunas rotas, otras enteras, cuyos entablamentos están esparcidos a sus pies.

El templo de Júpiter, el de Venus, otro templo más, el Tribunal y el Palacio de Justicia con su bosque de espigadas columnas lo rodean.

Templo de Apolo (1939)

Dos pedestales o altares de un tamaño enorme (el guía no supo decir si sustentaban estatuas ecuestres o eran los altares del Templo de Venus ante el cual se sitúan) ocupan el extremo inferior del Foro.

Templo de Venus (Giorgio Sommer)

En el extremo superior, construido sobre una plataforma, se alza el Templo de Júpiter.

Templo de Júpiter (Giorgio Sommer)

Nos sentamos debajo de la columnata de su pórtico, sacamos naranjas, higos, pan y nísperos (¡Cuánto lo siento! –dirás tú) y descansamos para comer. Fue un magnífico espectáculo. Por encima y a través de los numerosos ejes de las columnas se veía el mar, que reflejaba el cielo color púrpura del mediodía y sobre su silueta, por así decirlo, las altas y oscuras montañas de Sorrento, de un infefable azul oscuro, teñidas en las cumbres de vetas de nieve recién caída. En el medio, una pequeña isla verde; a la derecha, Capri, Inarime, Prócida y Miseno. Detrás estaba la única cumbre del Vesuvio, que arrojaba una gran cantidad de espeso humo blanco, como una columna de espuma que a veces hería el claroscuro del cielo y caía deshecha en pequeñas estrías al viento. Entre el Vesubio y las montañas más cercanas, como a través de un abismo, se veía por el este la línea principal de los Apeninos más altos. El día era radiante y cálido. De vez en cuando oíamos el estruendo subterráneo del Vesuvio. Sus lejanos y profundos redobles parecían sacudir el propio aire y la luz del día, penetrando en nuestros cuerpos con su sonido lúgubre y terrible. Esta escena fue la que vieron los griegos (Pompeya, como sabes, era una ciudad griega). Vivían en armonía con la naturaleza, y los instersticios de sus incomparables columnas eran portales, por así decirlo, que recibían el espíritu de la belleza que animó a los que, inspirados por ella, fueron a visitar este glorioso universo.

Nápoles (Giorgio Sommer)

Si Pompeya es así, ¿qué era Atenas?¿Qué panorama se veía desde la Acrópolis, desde el Partenón y desde los templos de Hércules, de Teseo y de los Vientos? ¿Las islas y el Mar Egeo, las montañas de la Argólida, las cumbres del Pindo y el Olimpo entreveradas con la oscuridad de los bosques de Beocia?

Turistas en el Partenón (ca. 1860)

Desde el Foro fuimos a otro sitio, a un pórtico triangular, que medio cerraba las ruínas de un enorme templo construído en los acantilados de una colina que da al mar. En el vértice del triángulo se alzan un altar y una fuente, y delante del altar una vez estuvo la estatua del constructor del pórtico. Aquí dimos la vuelta y recorriendo la Via Consularis llegamos a la Puerta Este de la ciudad.

Firmin Eugène Le Dien (ca. 1950)

Las murallas son muy robustas y miden tres millas. Traspasando la Puerta, a cada lado de la vía están las tumbas. ¡Qué diferentes a las nuestras!. Parecen no tanto escondites para lo que ha de perecer, sino lujosas cámaras para espíritus inmortales. Son de un mármol blanco brillante y hay dos especialmente hermosas, que están repletas de bajorrelieves exquisitos. En la pared de estuco que las encierra, hay unas emblemáticas figurillas en relieve hundido de animales muertos o en trance de muerte, de geniecillos alados, y grupos de mujeres que se inclinan para algún rito fúnebre. De los altorrelieves, uno representa una escena marina y el otro una Bacanal. Dentro de la cela están las urnas funerarias, a veces solo una, otras veces más. Dicen que se encontraron frescos en su interior, que, como todo lo que se puede extraer en Pompeya, se ha retirado y desperdigado por los Museos Reales.

Giorgio Sommer

De todo lo que vimos, lo que más nos impresionó fueron estas tumbas. Bosques agrestes las rodean por ambos lados, y a lo largo de las anchas losas de las vías pavimentadas que las separan, se oyen temblar y susurrar las últimas hojas del otoño arremolinadas por ráfagas de viento intermitentes, como si fuesen pasos de fantasmas. El brillo y la magnificencia de estas moradas de los muertos, la cándida frescura del mármol recién esculpido y la vida apasionada o extravagante de las figuras que las adornan contrastan curiosamente con la simplicidad de las casas de quienes estaban con vida cuando el Vesuvio los aniquiló.

Necrópolis de la Puerta del Vesuvio

He olvidado el anfiteatro, que es de grandes dimensiones, aunque mucho más pequeño que el Coliseo.

Giorgio Sommer

Ahora entiendo por qué los griegos fueron unos poetas tan grandes y sobre todo me parece que puedo explicar la armonía, la unidad, la perfección y la excelencia homogénea de todas sus obras de arte. Vivieron en un intercambio constante con la naturaleza circundante y se nutrieron del espíritu de sus formas. Todos sus teatros se abrían a las montañas y al cielo. Sus columnas, modelos ideales de un bosque sagrado, con su techumbre de entretejida tracería, recibían la luz y el viento. El aroma y la frescura del campo penetraba en sus ciudades. La mayoría de sus templos eran hipetros, y las nubes errantes, las estrellas o el cielo profundo se veían encima. ¡Ay! Si no fuera por ese rosario de miserables guerras que finalizaron con la conquista del mundo por Roma; si no fuera por la religión cristiana, que dio el golpe de gracia al mundo antiguo; si no fuera por aquellos cambios que llevaron a Atenas a la ruina, ¡a qué cotas habría llegado la Humanidad!.

Traducción Maite Jiménez (junio 2020)

LA ALFOMBRA DE CLEOPATRA

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LA ALFOMBRA DE CLEOPATRA

Liz Taylor como Cleopatra fotografiada por Bern Stern (1962)
MECENAS
Ahora Antonio ha de dejarla para siempre.
ENOBARBO
Nunca. No lo hará.
La edad no puede marchitarla, ni agotar la rutina
su infinita variedad; otras mujeres sacian
los apetitos que alimentan, pero ella da más hambre
allí donde más satisface. Las cosas más viles
se tornan tan fascinantes en ella, que los sagrados sacerdotes
la bendicen cuando arde de lujuria.
(Shakespeare, Antonio y Cleopatra, II, 2, 274-281)
Herculano

La mujer donde se contenían todas las mujeres, madre universal, esposa total, la nueva Isis.

Un nudo de fertilidad ataba su vestido de fino lino nilótico.

Isis (época de Adriano)

El poder de Cleopatra VII  trascendió más allá de su vida, y las matronas romanas, que tanto la odiaron, imitaron su estilo durante muchos años después de su muerte.

Tanto desearon vestir como ella, que abandonaron sus rudas telas y adoptaron los tejidos vaporosos y frescos que lucía la egipcia.

Cleopatra (Joseph L. Mankiewicz, 1963)

Las serpientes de oro se enroscaban en sus brazos y sandalias de fina piel de cabritilla calzaban sus pies.

Incluso corría la fama de que la depravada reina se bañaba en leche de burra completamente desnuda.

Pintaba sus ojos con polvo de lapislázuli y sus labios con rojo cinabrio. Envolvía su cuerpo con bálsamos embriagadores. Así conquistaba a sus amantes.

Helmut Newton

No obstante, el poder de Cleopatra no estaba tanto en su belleza física como en su impresionante inteligencia.

Era políglota y hacía gala de una oratoria imbatible.

Supo utilizar con maestría toda el aura faraónica de misterio y sofisticación que rodeaba su persona.

Era una mujer culta, depositaria del alma de Alejandro.

Hoy su fascinación no ha cesado en absoluto. Nombrar a Cleopatra hace que surjan de inmediato todos los aromas de Oriente, el lujo, el erotismo y el poder de una mujer sin duda singular.

Asistía preocupada a la invasión de su país por las legiones romanas. Ella quería un Egipto fuerte, gobernado por su cetro en exclusiva. El tener que reinar con su hermano-esposo sagrado, obstaculizaba sus planes de poder absoluto.

Anhelaba devolver a Egipto el esplendor de los faraones.

Representación de Cleopatra VII y Cesarión en el templo de Dendera (National Geographic)

Roma estaba inmersa en una guerra civil que la debilitaba sin remedio.

En el 48 a.C. Pompeyo, derrotado por César, huyó a Egipto para rearmarse.

Cleopatra lo ayudó.

Pompeyo (Foto Egisto Sani)

Los partidarios de su hermano Ptolomeo fraguaron un complot contra ella. Querían su muerte. Era impensable que una mujer ocupase el trono de los antiguos faraones.

Ella logró escapar del asedio de los secuaces de su hermano y se marchó a Siria, donde formó un ejército con el objetivo de destruir a su hermano.

En ese momento apareció Julio César. No tenía interés especial en la causa de Cleopatra. Quizás incluso hubiese preferido a Ptolomeo, mucho más débil y manejable que la reina.

Pero este encuentro que narran los historiadores marcó para siempre la historia y también la leyenda de los amores entre el general y la reina de Egipto. Qué duda cabe que la historia de Roma tuvo un antes y un después marcado por la aparición en escena de Cleopatra.

César se encontraba en Alejandría.

Isla de Philae  (National Geographic)

Esto es lo que cuenta Dión Casio:

(…) Las razones por las que tardó tanto tiempo en venir a Roma  y no regresó inmediatamente después de la muerte de Pompeyo fueron las siguientes. Los egipcios estaban molestos con los impuestos sobre sus bienes, y estaban ofendidos porque ni siquiera uno de sus templos había quedado indemne, ya que son los hombres más religiosos del mundo, llegando a entablar guerras entre sí por este particular, pues no practican todos el mismo culto, sino que son diametralmente opuestos entre sí en sus creencias. Así que, de resultas de esta humillación y por miedo a ser entregados a Cleopatra, que tenía mucha influencia sobre César, se sublevaron.
Al principio, Cleopatra había llevado el litigio contra su hermano ante César a través de intermediarios, pero luego, tan pronto como conoció su naturaleza –pues era muy enamoradizo y tenía relaciones con muchísimas mujeres, con tantas como se le cruzaban-, le envió recado de que estaba siendo traicionada por sus amigos y de que merecía exponer su causa en persona.
Por lo demás, era la más hermosa de las mujeres y en aquel momento, en la flor de la juventud, llamaba mucho la atención, tenía una voz fascinante y sabía relacionarse con todo el mundo con encanto, de tal manera que, siendo brillante tanto a la vista como al oído, y con el poder de subyugar a cualquiera, incluso a un hombre bregado en el amor y ya no muy joven, consideró que podía entrevistarse con César aprovechando este aspecto, y fió a su belleza todas sus pretensiones al trono.
Así pues, solicitó ser admitida a su presencia, y se arregló y embelleció para aparecer ante él lo más majestuosa y digna de lástima posible. Cuando ultimó sus planes, entró en la ciudad-pues se encontraba fuera de ella- y de noche, sin saberlo Ptolomeo, penetró en el palacio. César, en cuanto la vió y la oyó hablar, quedó tan cautivado que, antes de que amaneciera, mandó llamar a Ptolomeo e intentó reconciliarlos: en ese momento se convirtió en abogado de la mujer de la que antes creía tener derecho a ser juez.
Historias Romanas 42.34

Pero fue Plutarco el que narró los pormenores del primer encuentro entre César y Cleopatra y el asunto de la ALFOMBRA.

Al parecer, una traducción un tanto descuidada de στρωματόδεσμον fue la causa de que en el cuadro de Jean-Léon Gérôme Cleopatra salga de una alfombra persa.

El στρωματόδεσμον parece que puede ser un saco grande donde se enrollaba la ropa de cama, más que una alfombra. En cualquier caso, Plutarco refiere que la reina se envolvió en este “saco de dormir” para aparecer ante César:

Entonces Cleopatra, tomando de entre sus amigos solamente a Apolodoro de Sicilia embarcó en una pequeña barca y arribó al palacio cuando estaba oscureciendo.
Como no había otro modo de que pasara inadvertida, se metió cuan larga era en un saco grande para la ropa de cama. Apolodoro ató el saco con un cordel y lo pasó por las puertas hasta donde estaba César.
Se dice que de esta manera, con esta argucia de Cleopatra, César quedó cautivo, pues ella desplegó toda su coquetería, y en una cita posterior, sucumbiendo a sus encantos, la reconcilió con su hermano para que compartiera el trono con él.
César 49, 1-2

Aria de Cleopatra

Piangerò la sorte mia,
sì crudele e tanto ria,
finché vita in petto avrò.
Ma poi morta d’ogn’intorno
il tiranno e notte e giorno.

Traducciones: Maite Jiménez (julio 2020)

 

PIDE UN DESEO

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PIDE UN DESEO 

Beato de Liébana, Comentario al Apocalipsis (Beato de Saint-Sever, ant. 1072) BnF Latin 8878, fol. 139v

El cielo griego es especialmente romántico, pues la mitología unió en las estrellas los amores y aventuras de dioses, héroes, mortales y animales implicados.

Son los CATASTERISMOS, las conversiones en estrellas de los seres olímpicos y terrenales.

Foto Maite Jiménez

Dicen los astrónomos que en estas noches de agosto la constelación de Perseo se sitúa al lado de la de su amante Andrómeda.

Tamara de Lempicka

Por un desatino de su madre Casiopea -que en el cielo también está cerca-, la princesa etíope había sido encadenada a unos escollos, amenazada por un monstruo marino de proporciones épicas: Ceto.

Mosaico con Ketos (Museo Arqueológico de Reggio Calabria. Foto Maite Jiménez, Roma 2013)

El héroe Perseo liberó a la doncella cautiva.

Edward Bourne-Jones

Como bien se sabe, Perseo también derrotó a la Medusa para Atenea. La diosa la porta consigo desde entonces.

Atenea llevando la égida con flecos de serpientes, hidria ática de figuras negras, c. 540 a. C.

En el cielo de agosto también está cerca de Andrómeda y de Perseo el caballo alado Pegaso, nacido de la sangre de Medusa, montado por Belerofonte, cuya lanza mató a la Quimera.

Dánae, madre de Perseo, había sido encerrada en una estancia sellada por mandato de su padre Acrisio, que, como tantos otros, hizo demasiado caso a un oráculo que le vaticinaba que moriría a manos de su nieto.

Blindando a su hija en una torre de bronce, se aseguraba de que no iba a tener descendencia.

Zeus se metamorfoseó en un elemento que pudiera traspasar los muros de su cautiverio: LLUVIA DE ORO.

…neque enim Iovis esse putabat         
Persea, quem pluvio Danae conceperat auro.

(Met. IV, 610)
  Ni siquiera Acrisio se creía que Perseo era de Júpiter, a quien Dánae había concebido de lluvia de oro.
Gustav Klimt, Dánae

Este cielo mitológico se puebla en los siglos cristianos de leyendas doradas, donde los santos se acercan a los héroes de la mitología.

Conocida ya la lluvia de meteoros por los astrónomos antiguos, una coincidencia del calendario puso en marcha el SINCRETISMO, ese estilo-fusión de la cultura occidental que tantas explicaciones razonables nos ofrece sobre las creencias de los hombres.

Mausoleo de Gala Placidia (Ravenna)

El 10 de agosto del 258 fue martirizado SAN LORENZO, santo de origen hispano, que vivió durante el reinado del emperador Decio.

Bronzino, Martirio de San Lorenzo (Basílica de San Lorenzo, Florencia)

Dice la HAGIOGRAFÍA que el nombre de Lorenzo -del latín “laurus”, laurel- contiene todas las propiedades del árbol, que se reflejan en las virtudes del santo:

                    • Verdor delicioso
                    • Olor gratísimo
                    • Destructor de los cálculos
                    • Mejora la audición
                    • Protege de los rayos
                    • Símbolo de la victoria

Así lo cuenta JACOPO DELLA VORAGINE:

Tractatus de herbis ( Egerton 747, ss. XIII-SIV. The British Library)

“El nombre Lorenzo viene por la corona de laurel, con cuyos ramos eran coronados antiguamente los vencedores. Por otra parte, este árbol es paradigma de la victoria, atractivo por su perenne verdor, de aroma agradable y útil por sus propiedades. Así pues, San Lorenzo es llamado así por el laurel, porque obtuvo la victoria en su martirio, de suerte que el emperador Decio, confuso, dijo: “CREO QUE YA HEMOS SIDO VENCIDOS”.

El verdor simboliza la limpieza y la pureza de su corazón, por ello también dijo: “EN MI NOCHE NO HAY OSCURIDAD”. El aroma representa la perdurabilidad de su recuerdo, como dice el Salmo: esparció, dio a los pobres y por esta razón su justicia permanece por los siglos de los siglos. San Máximo dice al respecto: ¿Cómo no va a durar para siempre la justicia que el santo completó con su obra y consagró con su gloriosísimo martirio?

Mediante una virtuosa predicación hizo que se convirtieran Lucilo, Hipólito y Romano. De la misma manera que el laurel destruye los cálculos, es bueno contra la sordera y no le teme al rayo, así Lorenzo rompe el corazón duro, devuelve el oído espiritual y protege del rayo de la palabras mentirosas (…)

Salterio de la Reina Mary (Royal MS 2b VII, f. 261r. s. XIV .The British Library)

Le infligieron toda clase de tormentos. Dijo entonces Decio a Laurencio: “O haces sacrificios a los dioses, o la noche con sus suplicios caerá sobre ti”. Y Lorenzo le replicó: “En mi noche no hay oscuridad, sino que todo brilla con su luz.” Entonces Decio ordenó: “Que traigan una parrilla para poner en ella a este terco”. Los sirvientes lo arrastraron y lo extendieron en la parrilla sobre brasas ardientes y sujeto con unas horquillas (…)

Monasterio de San Lorenzo de Bagá

Con rostro sonriente dijo a Decio: “Venga, miserable, has asado una parte, dame la vuelta y come”. Y dando las gracias dijo: “Te doy las gracias señor por haber merecido entrar en tu morada”. Y así exhaló el espíritu (…)

 Jacopo della Voragine, Legenda Aurea

Ahora se explica por qué San Lorenzo es patrón de los bomberos y de los cocineros.

En la noche de hoy habrá que pedir un deseo cuando se vea una estrella fugaz.

Dicen que estas estrellas que llueven en el cielo de agosto son las lágrimas de San Lorenzo en su martirio, los restos de la parrilla ardiente o las propias brasas.

También son llamadas PERSEIDAS.

Giotto, Cappella degli Scrovegni (Padua)

(TRADUCCIÓN Maite Jiménez. Agosto 2020)

SOY TU VENUS

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SOY TU VENUS

Tan pronto como cercenó los genitales con el acero,
los lanzó lejos de la tierra firme en el tempestuoso ponto
y fueron llevados durante mucho tiempo por el piélago.
Alrededor de la carne inmortal se formó una espuma blanca,
de la que surgió una doncella (…)
(Hesíodo, Teogonía, 188-192)
Trono Ludovisi

Cuenta Plinio que Alejandro Magno encargó al pintor Apeles un desnudo de su concubina Campaspe.

Al admirar la tabla terminada, el soberano se dio cuenta de que Apeles estaba enamorado de la muchacha y que seguramente la amaba más de lo que la amaba él.

En un magnánimo gesto, se quedó con el cuadro y entregó a Campaspe al pintor.

Giambattista Tiepolo

La bella Campaspe era Afrodita rediviva y sirvió de inspiración a Apeles para su AFRODITA ANADYOMENE, o

Venus emergiendo del mar.

surgió Pompeya

Campaspe, igual que Friné, desafiaba la moralidad bañándose desnuda en el MAR.

Joseph Mallord William Turner

Venus recrea en su baño en el mar su espumoso nacimiento y renueva su virginidad eterna.

Es su TOILETTE personal.

Venus Landolina (Siracusa)

Parece que fue el escultor Diodalsas de Bitinia el artífice de esta pose tan íntima de Venus, siempre según Plinio.

La diosa parece estar bañándose en sus dominios privados, cuando es sorprendida por un espectador.

En actitud púdica, mira con ojos pícaros al visitante, cubriéndose un poco, y quizá resultando más seductora si cabe que cuando surge desnuda del mar.

Pudo ser esto precisamente lo que llamó la atención del poeta Percy B. Shelley en su Grand Tour por Italia.

En el otoño de 1819 los Shelley visitaron Florencia y los Uffizi.

Dicen los biógrafos que, a pesar del mucho tiempo que pasó sentado en su escritorio trabajando, no pudo resistirse a visitar la Galleria florentina.

De las cinco Venus que describió durante su periplo italiano, la Venus agachada de Florencia es la que le produjo una impresión mayor.

Su écfrasis es muy sensual.

Venus agachada (Gallerie degli Uffizi, Florencia)

Parece que acaba de salir del baño y aún está animada por lo que lo ha disfrutado.

Toda ella es como un suave y sutil disfrute, y las curvas de sus exquisitos miembros confluyen en una ondulación infinita de dulzura.

Su rostro expresa una voluptuosidad aún indolente e inocente, sin afectación, que deja a uno sin aliento.

Sus labios -que carecen de la sublimidad de una pasión excelsa e impetuosa, de la grandeza de la ardorosa imaginación del Apolo Capitolino, o de una unión de ambos, como el Apolo Belvedere– tienen la ternura de un deseo pícaro, aún puro y blando; y el modo en que las comisuras de la boca están dibujadas, realzadas o medio abiertas, rodeadas siempre por su sonrisa; y la curva trémula labrada por un deseo inextinguible; y la lengua que roza el labio inferior como con la apatía de una indolente alegría, expresan amor, calmo amor.

Sus ojos parecen pesados y nadando en placer, y su pequeña frente se desdibuja en ambos lados en esa dulce hinchazón y fino declive del hueso sobre el ojo, y se prolonga hasta las mejillas expresando sentimientos sencillos y tiernos.

El cuello está hinchado, reproduce el anhelo de placer y cae en suaves curvas en una forma perfecta.

Sus formas son verdaderamente perfectas. Está medio sentada y medio surgiendo de una concha.

La plenitud de sus miembros, sus rotundas redondeces y su perfección no disminuyen la energía vital que parece animarlos. 

La postura de sus brazos es más adorable de lo que se puede imaginar, natural, sin afectación y sencilla.

De toda la escultura antigua, esta es quizás la más exquisita personificación de Venus, la divinidad del deseo carnal.

Sus pechos, siempre vírgenes, puntiagudos y en forma de pera;  y su actitud, pudorosa.

Percy B. Shelley 

Goddess on the mountain top,
burning like a silver flame,
the summit of beauty and love,
and Venus was her name.
She’s got it,
yeah, baby, she’s got it.
I’m your Venus, I’m your fire
at your desire.
Her weapons were her crystal eyes,
making every man mad.
Black as the dark night she was,
got what no one else had.

(Traducciones: Maite Jiménez, agosto 2020)


TIENES UN SÍNDROME

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TIENES UN SÍNDROME

Irene Papas como Antígona (1961)

En el Mundo de las Ideas de Platón y por medio de la llamada ANAMNESIS, el ser humano recuerda las Ideas que el alma reencarnada olvidó durante su viaje a este mundo.

El alma recordará no los acontecimientos de la vida pasada, sino las VERDADES, que son humanas, universales y eternas.

Así, en las sociedades primitivas, los MITOS son paradigmas, modelos creados por los seres sobrenaturales, y no experiencias personales.

Para el descubrimiento del verdadero YO, según los gnósticos hindúes, será necesario desdeñar los acontecimientos históricos contemporáneos, los que son “reales” y sumergirse en aquellos que tuvieron lugar en el pasado fabuloso.

Panteon (Roma)

Por eso siempre resulta mucho más interesante y excitante el mito de la Castración de Urano que la historia de Guerras Púnicas.

Inclusive para historiadores sesudos y serios como Tucídides, y para los que no lo son tanto, a fuer de ser más vibrantes, como Heródoto, la HISTORIA, conservadora de los hechos de los hombres, es muy importante para explicar el devenir del mundo, pero no es el único conocimiento y por supuesto, no el más necesario.

La ANAMNESIS facilita el borrado de las fronteras en su búsqueda de lo universal humano y lucha contra los provincialismos catetos.

Por eso, según Mircea Eliade, el mito tiene como función principal

“REVELAR MODELOS”

Estela Giustiniani, ca. 460 a.C. (Altes Museum Berlin) Foto Maite Jiménez 2019

Homero, el educador de Grecia, según Platón, no habló de cosmogonías ni de pensamiento mítico (eso lo harán Hesíodo y sus secuaces), tampoco de ritos ctónicos ni de creencias universales de sexualidad, fecundidad, muerte, etc.

Sus creaciones se dirigieron a una aristocracia palaciega dominante, refinada y culta, donde triunfó ese UNIVERSO ATEMPORAL DE ARQUETIPOS, el mismo que sigue triunfando hoy en nosotros.

Ánfora de Dípilon, ca. 750 a.C. (Museo Arqueológico de Atenas) Foto Maite Jiménez 2019

A veces, los mitos perviven ENMASCARADOS. Este es el mundo de los COMPLEJOS, de los SÍNDROMES, características psicológicas o verdaderas enfermedades mentales en los que nos miramos como en un espejo.

Ciclámenes silvestres en el Teatro de Epidauro (Foto Olga Ryabova)

Todas estas cosas las cuenta el gran Mircea Eliade  en su libro Mito y Realidad  y nos inspiran para vernos tal y como somos en este elenco de sindrómicos.  

En este breve diccionario de complejos hay sobre todo mujeres.

Los hombres aparecen porque las enfermas son sus mujeres.

¡Qué cruel ha sido la mitología y la psiquiatría con nosotras!

Quizá creas que tu madre es inigualable, insuperable, y que ninguna de las mujeres que puedas conocer está a su altura. ¡Ay, las croquetas de mamá! En este caso, es muy posible que estés afectado por el COMPLEJO DE EDIPO, muy bien explicado por aquel médico vienés.

P.P. Pasolini, Edipo re (1967)

Tú, madre abnegada y devota, que crees que tu marido es tu hijo, y por eso nunca has sido verdaderamente su amante, sino que procuras que la vida le sea lo más fácil posible, deberías tener cuidado con tu estrés, si es que insistes en encargarte de todo. Te parecerás cada día más a la infeliz YOCASTA, y para esto también hay un complejo, el mismo que padeció la pobre Wendy.

Silvana Mangano en Teorema (P.P. Pasolini 1968)

Puede que seas PENÉLOPE, guardiana de la memoria, tejiendo tu existencia en tu telar. El primer verso de este “texto” dirá en griego:

ἄνδρα μοι ἔννεπε, μοῦσα, πολύτροπον…

Háblame, oh Musa, de aquél varón de multiforme ingenio…..

Te convertirás en una anciana que moja magdalenas en el té para poder recordar a tu amante.

René Burri, Industria Textil Lombardía 1959

Y tu chiquillo, el responsable TELÉMACO, un poco antisocial y reservado, cuya lengua se paraliza ante cualquier contratiempo, sufre una presión grandísima, porque ha de aguantar tus arrebatos y tu infinita tristeza. Que note siempre cerca la imponente figura de su padre, no es sano para su mente. Tanta nostalgia no puede ser buena.

Telémaco y Penélope

El amor de una madre por su hijo puede llegar a ser devastador. Ya no es la tristeza de Penélope, ni la ceguera de Yocasta -la pobre no conocía su pasado-, sino la pasión desatada que trae lágrimas a los ojos a cada paso. Si ya estás en la edad madura, tu apetito se descontrolará, también tu figura; serás presa de un cansancio sin motivo y todos creerán que padeces histeria. En este caso serás FEDRA, enamorada de su hijastro Hipólito. Impedirás que el chico vuele de tu nido, ahuyentarás a cualquier mujer, porque todas serán más jóvenes que tú.

Melina Mercouri con Anthony Perkins durante el rodaje de Fedra de Jules Dassin en la isla de Hydra (1961)

También puede ocurrir que tú, padre amantísimo, provoques la alianza incondicional de tu hija, a la que pusiste en contra de tu esposa. De todos es sabido que las niñas sienten por su padre un afecto especial, a veces incluso contra naturam. Te convertirás en AGAMENÓN, y tu hija en ELECTRA. Su complejo, como sabe todo el mundo, también fue estudiado por el mismo médico vienés que he nombrado. Digamos que Clitemnestra era como era porque tú se la jugaste de una manera horrible.

Aleka Catselli como Clitemnestra e Irene Papas como Electra en la adaptación de Cacoyannis de la Electra de Eurípides (1962)

Este amor de una hija puede dirigirse no solo a ti, sino también a otros varones de la familia. A Electra se le parece muchísimo ANTÍGONA, la amantísima hija de Edipo. Ten por seguro que estas muchachas acaban solteras. Ningún chico podrá parecerse nunca a los hombres de su casa. Y no te olvides de la carga de ocuparse siempre de sus padres.

Irene Papas protagonista de Antígona (Yorgos Javellas 1961)

Si eres como Agamenón, despertarás en tu hija el amor, y harás de tu hijo el aliado perfecto, porque lo estás poniendo también en contra de su madre. Destilará tanto odio, que podrá incluso tener deseos de matarla. El muchacho corre peligro: puede convertirse en el trágico ORESTES. ¡Qué fértiles estos atridas! ¡Cuántos argumentos novelescos! ¡Qué filón para la psiquiatría! En el fondo, estos varones simplemente están renovando el poder masculino, porque una mujer sacó los pies del plato.

Orestes a punto de matar a Clitemnestra y seguido por Electra

Sobre las mujeres se ha cebado la crueldad de la psiquiatría freudiana. Tanto es así, que algunas mujeres que no se muestran lo suficientemente activas en el sexo -siempre según la opinión masculina- se las ha comparado con la ninfa DAFNE, huidiza, virgen por voluntad propia. Es muy posible que, dada la condición femenina en los tiempos míticos y en los tiempos griegos históricos, una chica era más libre si no se casaba. A estas infortunadas se las calificó enseguida de “frígidas”. ¿Quién iba a querer ser poseída a la fuerza por un dios lleno de lujuria, aunque fuese el mismísimo Apolo?

Bernini, Apolo y Dafne

De las mujeres asesinas de sus propios hijos se habla en la prensa cuando sucede este tipo de tragedias. Entonces se recurre al COMPLEJO DE MEDEA. Las Medeas clásicas son mujeres destronadas del reino del amor conyugal. Normalmente la rival es una mujer mucho más joven, ambiciosa y seductora. Los hombres sucumben a los encantos de la carne y abandonan a la vieja esposa. Se sienten aún jóvenes, y saben que pueden engendrar hasta la ancianidad. ¿Saben ellos verdaderamente cuáles son sus encantos para la joven esposa? Pero Medea enloquece, víctima de su amor. Para hacer daño al que más quería, es capaz de matar lo que más quiere.

Entre las troyanas, brilla con luz propia CASANDRA, “la que enreda a los hombres”, visionaria, trastornada, sacerdotisa, una mujer triste. Las mujeres que son metáfora de Casandra siempre están avisando de las ruinas que vendrán si se incumplen las normas. Viven en un estrés insoportable, porque están seguras de que están en posesión de una “misión”, y que esta debe ser cumplida. Habitualmente fabulan sobre qué ocurrirá, y lo peor es que se creen lo que imaginan. Los médicos las llaman paranoicas.

Sophia Loren en la Acrópolis de Atenas (1956)

Con toda esta presión, las mujeres tenemos dos caminos posibles, también tipificados como síndromes, ¡cómo no!. En el fondo, creo que todas tenemos algo de estas dos metáforas:

COMPLEJO DE QUIMERA

También llamado COMPLEJO DE BOVARY o “bovarismo”. Inmersa en un matrimonio aburrido, en una ciudad que no te gusta, en una casa que tiene demasiadas humedades, solo puedes pensar que merecías otro destino, que la vida te había reservado otras cosas. Fabulas con hombres maravillosos y al final se convierten en tus amantes. Aunque, desgraciadamente, ni traspasando los límites de lo permitido, llegas a ser feliz. Eres Emma, o el monstruo llamado QUIMERA, porque lo deseas con ardor, pero no existe.

COMPLEJO DE CLEOPATRA

Tienes poder, eres bella e inteligente, talentosa en todo lo que haces. A los ojos de los hombres eres altiva, inalcanzable…Ellos te llaman frígida. Se ven pequeños a tu lado. Dicen que eres tú, que no quieres a ningún hombre en tu vida, que ninguno está a tu altura. Exiges veneración. Si no hacen lo que tú quieres, las consecuencias pueden ser fatales. Dicen que las féminas que padecen este síndrome son proclives al suicidio.

¡HÁZTELO MIRAR!

Some boys kiss me
Some boys hug me
I think they’re ok
If they don’t give me proper credit
I just walk away
They can beg and they can plead
But they can’t see the light (that’s right)
‘Cause the boy with the cold hard cash
Is always Mister Right.
‘Cause we are living in a material world
And I am a material girl
You know that we are living in a material world
And I am a material girl
Some boys romance
Some boys slow dance
That’s all right with me
If they can’t raise my interest then I
Have to let them be
Some boys try and some boys lie but
I don’t let them play (no way)
Only boys who save their pennies
Make my rainy day
‘Cause we’re living in a material world
And I am a material girl
You know that we are living in a material world
And I am a material girl
Living in a material world
And I am a material girl
You know that we are living in a material world
And I am a material girl
Living in a material world (material)
Living in a material world
Living in a material world (material)
Living in a material world
Boys may come and boys may go
And that’s all right you see
Experience has made me rich
And now they’re after me
‘Cause everybody’s living in a material world
And I am a material girl
You know that we are living in a material world
And I am a material girl
Living in a material world
And I am a material girl
You know that we are living in a material world
And I am a material girl
A material, a material, a material, a material world
Living in a material world (material)
Living in a material world
Living in a material world (material)
Living in a material world
Living in a material world (material)
Living in a material world
Living in a material world (material)
Living in a material

LOS CUERNOS DE MOISÉS

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LOS CUERNOS DE MOISÉS

Wikipedia

30 de septiembre: DÍA INTERNACIONAL DE LA TRADUCCIÓN. Festividad de San Jerónimo, traductor de la Biblia y patrón de los traductores.

San Jerónimo y el león
Si esto no se haze con primor y prudencia, sabiendo igualmente las dos lenguas, y trasladando en algunas partes, no conforme a la letra, pero segun el sentido seria lo que dixo un hombre sabio y critico, que aquello era verter, tomandolo en sinificacion de derramar y echar a perder. Esto advirtio bien Horacio en su arte poetica diziendo
Nec verbum verbo curabis reddere fidus interpres.
(Tesoro de Covarrubias, s.v. TRADUCION)

Por la internet ha corrido como un reguero de pólvora la interpretación de los cuernos del Moisés de Miguel Ángel, la impresionante escultura que forma parte de la tumba de Julio II, hoy en la Iglesia de San Pietro in Vincoli de Roma. Escritores del género de la divulgación y hasta el National Geographic se han hecho eco de esto.

Se argumenta que San Jerónimo, traductor de la Biblia -la llamada Vulgata editio, la accesible para todos porque estaba en latín-, cometió un error de traducción en este versículo del Éxodo, donde la cara de Moisés quedó “cornuda”:

cumque descenderet Moses de monte Sinai tenebat duas tabulas testimonii et ignorabat quod cornuta esset facies sua ex consortio sermonis Dei.
Ex. 34, 29

La versión de la Septuaginta refería un rostro resplandeciente, y las versiones modernas de la Biblia dicen todas más o menos algo así, pues, al bajar del monte Sinaí con la Tablas de la Ley en sus manos, todos vieron que Moisés parecía henchido de luz divina.

Al parecer, San Jerónimo confundió la voz qaran, que en hebreo significa “luz”, con la griega κέρας “cuerno”. Esto le puede pasar a cualquiera, pero algunos dudamos de esta explicación. Era un traductor muy ducho, por lo que es más plausible que ese “rostro cornudo” se deba a una trascendencia teológica o a una iconografía que se nos escapan.

Esto lo ha defendido estupendamente la traductora María Barbero.

(Mi profesora de Historia del Arte siempre dijo que los cuernos de Moisés eran símbolo de santidad. Creo que es una interpretación muy inteligente.)
San Jerónimo trabajando en su mesa, mientras un monje le sostiene el tintero (Biblia de Worms. Harley MS 2803)

Dicen que el primer documento escrito sobre cómo debe trabajar un TRADUCTOR es una carta de San Jerónimo a su amigo Pamaquio, senador romano, posteriormente san Pamaquio : Ad Pammaquium. De optimo genere interpretandi.

En ella se defiende de las acusaciones de su antiguo amigo Rufino por una traducción errónea de una carta de San Epifanio al obispo Juan de Jerusalén, donde combatía la herejía de Orígenes. A Eusebio de Cremona, monje del monasterio de Jerónimo, le picó la curiosidad y, como no sabía griego, le pidió a Jerónimo que se la tradujese. Él aceptó, pero a condición de que la guardase a buen recaudo. Parece que, por arte de magia o por la intervención de un mago auténtico, la carta fue robada y llegó a manos de Juan y de Rufino, avivando el fuego de su enemistad. Así, el pobre traductor fue acusado de falsario y de incompetente. En su carta a Pamaquio nuestro santo justifica todo este asunto, pero al final, se detiene mucho más en el asunto de la verdadera esencia de la traducción que en la defensa de sí mismo.

La epístola contiene pasajes de mucho valor para los historiadores de la traducción y para los propios traductores, sobre todo por el tratamiento de la vieja disputa entre la traducción ad litteram (al pie de la letra) o ad sensum (por el sentido).

Dice así:

(…) Pues yo no solo confieso, sino que declaro a voz en cuello que en mi traducción de los griegos -salvo en las sagradas escrituras, en las que el orden de las palabras encierra un misterio- expreso no palabra por palabra, sino sentido por sentido (…)

(…) Incluso Horacio, hombre ingenioso y sabio, en su “Arte poética” recomienda esto mismo al traductor experto: Como intérprete fiel no tratarás de traducir palabra por palabra.

Terencio tradujo a Menandro, y Plauto y Cecilio a los comediógrafos antiguos: ¿acaso se pegaron a las palabras, o atendieron más a la belleza y a la elegancia de la traducción? Lo que vosotros llamáis fidelidad en la traducción, los eruditos lo llaman κακοζηλία (mal gusto).

(…) Para quien sigue líneas ajenas no es difícil salirse de ellas en algún momento, y lo que en otra lengua está bien dicho, es difícil que conserve la misma belleza en su traducción. Una sola palabra puede expresar una idea completa, pero yo no tengo algo que se le acomode, y, cuando quiero dar sentido a la frase, avanzo solo un poco dando un largo rodeo. Influyen también los recovecos del hipérbaton, las diferencias de los casos, la variedad de las figuras, en suma, lo que es propio de una lengua, su genio vernáculo, por así decirlo. Si traduzco al pie de la letra, suena absurdo; si por necesidad cambio el orden de palabras, parecerá que me salgo de mi labor de intérprete (…)

(…) La traducción literal de una lengua a otra tapa el sentido igual que la hierba exuberante ahoga el sembrado (…)

(…) ¡Cuántas cosas hay que los griegos dicen correctamente y que, si nosotros las traducimos literalmente, no suenan bien en latín! Y al revés, ¡cuántas cosas hay que a nosotros nos gustan, y, si se traducen en el mismo orden, a ellos les suenan mal! (…)

(…) pues errar es humano, y de sabios confesar el error (…)

Traducción Maite Jiménez, 30 de septiembre de 2020.

Edición: Cartas de San Jerónimo (BAC, Madrid 1962)

VALERIO, EL ROMANO REDIVIVO (5)

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-Ya he cumplido mi promesa de contarle mis primeras sensaciones al despertar a la vida. No es preciso que le haga una narración formal de lo que he aprendido desde entonces. En el viaje que hemos planificado tendremos bastantes ocasiones de conversar y de discutir. Usted ha conseguido que desee ver su país, y mañana embarcaremos. Dejo Roma, el Coliseo y a Isabel, tal es mi naturaleza de curiosa. Antes de volver a morir, quiero examinar los tan pregonados avances de los tiempos modernos y juzgar si, con el vaivén de las cosas humanas, el hombre está más cerca de la perfección que en mi época.

Termas de Caracalla (Foto Maite Jiménez, Febrero 2020)

El sol había descendido mucho cuando los dos amigos se levantaron y regresaron al bote. Mientras remaban de vuelta a Nápoles, el sol se puso dejando una intensa tonalidad naranja en el cielo que ardía sobre las aguas, al tiempo que el Cabo Miseno y las islas formaban una silueta negra en el horizonte.

Ivan Aivazovsky, Bahía de Nápoles (ca. 1848)

La luna salió por el otro lado de la bahía y su luz plateada contrastaba con los resplandecientes colores de la puesta de sol italiana. Caía la noche y las luces de las barcas de pescadores brillaban en el mar, a la vez que uno o dos barcos más grandes parecían cruzar como enormes sombras entre la luna y los paseantes que la contemplaban.

Ivan Aivazovsky, Bahía de Nápoles (1870)

El radiante espectáculo de la puesta de sol y la tenue luz de la luna invitaban a la ensoñación y prohibían a las palabras perturbar la magia del momento. El viejo romano quizás pensó en los días que había pasado en Bayas, cuando el eterno sol se había puesto como ahora, y él vivía en otros días con otros hombres.

Bayas

La historia termina aquí, pero el manuscrito incluye a continuación otra versión fragmentaria, relatada por Isabel Harley

Cuando saqué a mi singular amigo de la soledad del Coliseo, yo, con el permiso de Lord Harley, lo instalé en una habitación en nuestra casa.

Al principio, rehuía el contacto social y sufrió una gran depresión de espíritu, hasta tal punto que su salud se resintió.

Descubrí que debía asumir la tarea de motivarlo y de esforzarme a toda costa en sacarlo de la apatía en la que estaba sumido. Daba la impresión de que contemplaba todo lo que lo rodeaba como una espectáculo que no le concernía. En realidad era un ser distante de nuestro mundo. Los lazos que lo unían a él se habían roto hacía muchos años, y, a menos que yo tuviera éxito en volver a anudar al menos uno de ellos, se iba a morir pronto.

Turner, Ovidio es desterrado de Roma

Quise captar su atención visitando algunas de esas magníficas ruinas que hablan de la grandeza de la Antigua Roma. Dudé algún tiempo en cuál elegir. Los edificios más majestuosos habían sido erigidos después de su época, pero pensé que al estar situados en lugares familiares a sus recuerdos, despertarían su curiosidad, precisamente por serle desconocidos.

Yo misma disfruté visitando las Termas de Caracalla, cuyos enormes montones de muros y torres en pedazos, recubiertos de hiedra y de los arbustos más encantadores, parecen más un paisaje natural de una montaña que cualquier otra cosa construida por la mano del hombre.

Decidí llevarlo a esas nobles ruinas. Así que, un día fui a verlo. Llevé la conversación a su vida pasada y a su muerte. Le dije:

Tuvo suerte de morir antes de la caída de su patria y de no tener que ser testigo de su degradación con los emperadores. Esos emperadores, que tomaron el poder y la gloria de la República, disfrutaron de unos dominios tan extensos y de unas riquezas nunca vistos ni antes ni después. Salvajes y tremendos fueron los actos y los errores de esos hombres omnipotentes. Sus enemigos no podían escapar de ellos. Les cortaron el cuello a capricho a millones de personas. Pocos emplearon su fortuna en la beneficencia, la mayoría, incluso los más perversos, la despilfarraron en sus ansias de magnificencia. Han dejado tras de sí maravillosos monumentos, pero no puedo contemplar esas maravillas como actos de grandeza imperial. Cuando los visito, los admiro como obras proyectadas por Camilo, Fabricio y los Escipiones y después transformadas. Considero a Caracalla y a Nerón, e incluso a los mejores de la tribu, Tito y Adriano, como meros obreros. Cuando visito el Coliseo, no pienso en Vespasiano, que lo construyó, ni en la sangre de los gladiadores y de las bestias que lo contaminaron, sino que venero el espíritu de la Antigua Roma y de sus nobles héroes, que liberaron a su patria de los bárbaros y que han iluminado todo el mundo con su milagrosa virtud. Le he oído expresar su desagrado al ver las obras de los opresores de Roma, pero visítelas conmigo con este espíritu, y descubrirá que lo subyugarán con ese temor reverencial que el poder ganado y acompañado por el vicio nunca podrá brindar.

Foto Maite Jiménez (Febrero 2020)

Se dejó convencer y fuimos paseando por debajo del Campidoglio y por la parte de atrás del Monte Palatino de camino a las Termas.

Campidoglio

El principal sitio histórico de la Ciudad está desierto. Visitamos el Foro y las colinas más populosas de Roma a través de senderos cubiertos de hierba y por campos donde apenas viene gente. Esto es un privilegio. Las ruinas perderían la mitad de su belleza de estar rodeadas por edificios modernos. Solo hay que lamentar que el Capitolio no haya sido descuidado como el Monte Palatino y el Monte Celio.

Palatino. Foto Maite Jiménez (Febrero 2020)

No puedo decir cuales fueron los sentimientos de Valerio: sus emociones eran intensas, pero permanecía en silencio. Sin embargo, elevaba constantemente los ojos al cielo y en una ocasión dijo:

Me gusta mirar al cielo, porque es lo único que no ha cambiado.

Foto Maite Jiménez (Febrero 2020)

Entramos en las Termas, y tras visitar todas las estancias, subimos por una escalera en ruinas y pasamos por encima de los arcos y de los muros, que, cuando se está sobre ellos, parecen campos, valles y onduladas colinas. Nos hallábamos rodeados por arbustos fragantes, y su altura a cada lado del sendero engañaba y le añadía una extensión aún mayor a las ruinas sobre las que caminábamos.

Foto Maite Jiménez (Febrero 2020)

A veces, la parte más alta de un arbotante se extendía hasta un campo adornado de las flores más hermosas. Luego, subiendo por un sendero empinado, llegamos a lo alto de una torreta y vimos toda Roma con los meandros del Tíber a poca distancia de nosotros.

De todos los lugares de la Ciudad, este es el que más me gusta visitar. La belleza y los perfumes de la Naturaleza se conjugan con la idea más sublime del poder humano. Y cuando se unen así, poseen un interés y una sensación que llegan hasta lo más profundo de mi corazón.

Nos sentamos en la cima y yo busqué en los ojos de mi acompañante una expresión de maravilla y de placer como la que brillaba en los míos. Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

Tuner, Roma desde el Aventino.

Usted me ha traído aquí –dijo- para ver las obras de los romanos, y no veo más que destrucción. ¡Qué cantidad de hermosos templos han sido reducidos a polvo! Mis ojos vagan por las Siete Colinas y toda su gloria se ha desvanecido. Cuando las columnas de su Foro se quiebren, ¿qué va a quedar de Roma? El Capitolio, menos afortunado que las otras colinas, que han vuelto a la soledad de la naturaleza, está rodeado por edificios modernos. Y estas ruinas son magníficas, pero cuentan una historia de miseria. Estas termas no existían en mi época. Existieron en todo su esplendor cientos de años después de que yo me hubiera olvidado del mundo. Pero ahora, su techumbre se ha desmoronado, su suelo ha desparecido. Están plagadas de hierba, de arbustos, mutiladas, pero aún en pie. Así es la inmortalidad de Roma. Sus muros aún están en pie, circundan una enorme extensión. La ciudad moderna está llena de las ruinas de la antigua. Los extranjeros acuden en manada y se maravillan de la inmensidad de sus restos. Pero a mí todo me parece vacío. Los antiguos templos donde yo veneraba a Quirino y a los protectores de lo que entonces yo llamaba la ciudad inmortal… ¡ay! ¿Por qué despertarse a la realidad?

Piranesi, Ruinas de las Termas Antoninas o de Caracalla

Se está mortificando con pensamientos muy tristes. Roma cayó, pero aún se la venera. Para mí es una visión singular e incluso hermosa observar los cuidados y los desvelos con que sus degenerados vástagos preservan sus reliquias. Todo el mundo la visita con entusiasmo y la deja con amargo pesar. Todo parece sacrosanto dentro de sus muros. Cuando un extranjero reside dentro de sus límites, siente como si habitara en un templo sagrado…sagrado, aunque profanado. La indignación y la compasión se mezclan con la admiración y experimenta unas sensaciones que suavizan su corazón y no puede olvidarla ni siquiera con la edad o el dolor. Si me ocurriera la mayor de las desgracias, me parece que el recuerdo de haber vivido aquí me consolaría en parte. Si un hombre de la época de Pericles tuviera que volver a vivir en Atenas, tendría muchos más motivos para lamentar su caída que usted por la decrepitud y la decadencia de Roma.

Como deseaba despertar el interés Valerio y no tanto mostrarle todas las ruinas de su patria, para estimular la sensación de que en cierta medida aún se hallaba ligado al mundo, elegí lo que era más perfecto y pintoresco, hasta donde yo sabía. No había visto todavía el Panteón. No lo llevaría aquel día, porque sabía que su transformación en una iglesia católica, aunque seguramente lo había preservado, le provocaría un gran disgusto. Elegí el momento en que la luna estaba en creciente. Desde lo alto brillaría a través del óculo del templo. 

Una tarde, a eso de las siete, sin decirle a dónde íbamos, me lo llevé conmigo…

CONTINUARÁ…

VALERIO, EL ROMANO REDIVIVO (6)

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Una tarde, a eso de las siete, sin decirle a dónde íbamos, me lo llevé conmigo al Panteón.

Rodeamos el edificio hasta una puerta trasera, que estaba abierta. Un hombre nos iluminó unas escaleras sucias y estrechas. Cuando bajamos, le dije a Valerio:

Ahora va a ver un templo erigido poco después de su época y dedicado a todos los dioses.

Él probablemente esperaba ver una ruina, pero no fue así: estábamos entrando en el templo más hermoso que queda en el mundo.

LLuvia de pétalos en el Panteón por Pentecostés

La luz de la luna incidía directamente en el óculo del techo e iluminaba la cúpula y el pavimento. Algunas estrellas centelleaban al lado de ella. Las columnas brillaban tenuemente a nuestro alrededor.

Parecía que el espíritu de la belleza derramaba sus rayos sobre su hijo más querido y que lo penetraba todo, incluso la mente humana, con una gloria suave, pero aún ardiente.

Al contemplar esta escena, la admiración humana no se mezclaba con la profunda sensación que inspiraba: parecía que disfrutaba del dios actual. Si la obra era humana, la gloria venía de la Naturaleza, y ella derramó toda su belleza sobre este templo divino. El cielo oscuro, la luna brillante y las estrellas que titilaban lo cubrieron, y su luz y su belleza entraron en él.

¿Por qué el lenguaje humano no es capaz de expresar los pensamientos? ¿Cómo es que existe un sentimiento inspirado por el exceso de belleza, que lame el corazón con una gentil pero ardiente llama, que puede inspirar virtud y amor, pero que es demasiado intenso para ser expresado con palabras? Permanecimos los dos en silencio.

Caminamos alrededor del templo, luego nos sentamos en los escalones de un altar y permanecimos largo tiempo entregados a la contemplación. Es en momentos como este cuando uno siente la existencia de este Amor panteico que penetra en la Naturaleza…y cuando surge una intensa simpatía con la belleza –si se me permite la expresión- es el único sentimiento que anima el alma. Al final, cuando nos levantamos para salir, Valerio dijo:

¿Por qué me dicen que todo ha cambiado?¿Acaso no está este templo dedicado a nuestros dioses?

No sé por qué…no debí hacerlo, pues envenené un momento de pura felicidad, pero, como quien no quiere la cosa, le señalé una cruz que estaba sobre el altar ante el que estaba encendida una lámpara solitaria. La cruz no alteró mis sentimientos, pero los de mi acompañante se amargaron. La manzana tan hermosa a la vista se había convertido en polvo.

La cruz le hablaba del cambio tan grande, tan intolerable, que destruyó todo el amor y el placer que habían surgido en su corazón. Intenté en vano traerlo de nuevo al profundo sentimiento de belleza y al temor reverencial que lo habían inspirado antes.

El hechizo se rompió.

La cúpula iluminada por la luna, el pavimento resplandeciente, las sombrías hileras de columnas y el cielo oscuro habían perdido para él su santidad.

Salió corriendo del templo.

CONTINUARÁ…

VALERIO, EL ROMANO REDIVIVO (y 7)

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Sir Thomas Lawrence, Mrs John Allnutt

Mi primera medida fue despertar en él el deseo de conocer todo lo grande y bueno que había existido en su patria después de su muerte.

No sabía nada de Virgilio, Horacio, Ovidio o Lucano, ni de Livio, Tácito o Séneca.

Museo del Bardo (Túnez)

Usted tendrá ocasiones suficientes de charlar con él y podrá contarle mejor que yo cuáles fueron los sentimientos que despertaron en su mente estas lecciones.

Solíamos visitar un oscuro rincón del Coliseo donde era difícil encaramarse y al que casi nadie se atrevería a seguirnos;

o los muros de las Termas de Caracalla,

y más frecuentemente la Pirámide de Cestio.

Qué lugar más hermoso, donde parece que la muerte disfruta de la luz del sol y del intenso cielo azul y deja aparte todo lo demás. Allí leíamos juntos y discutíamos sobre lo que leíamos. Nuestras discusiones eran eternas.

El resplandeciente sol de Roma brillaba sobre nosotros y la atmósfera y todo el paisaje estaban revestidos de felicidad y de belleza.

Mi corazón estaba feliz y era constante mi empeño en despertar sentimientos parecidos en el corazón de mi acompañante.

Foto Maite Jiménez (Febrero 2020)

Aquí leímos las Geórgicas, y en su lectura sentí una felicidad tal, que nunca habría creído que las palabras pudieran tener tanto poder para concederla. Fue un placer embriagador el que nos regalaron este magnífico clima y la luminosa e inspiradora poesía, que nunca habría sentido, estoy convencida, en una atmósfera más gris.

Después de leer, visitábamos algunas de las galerías de la Ciudad. Las horas de estudio de Lord Harley ya habían terminado para entonces y siempre nos acompañaba. La visión de las exquisitas estatuas y pinturas de Roma mantenía y aumentaba esa sensación de alegría.

Villa Borghese ca. 1900

¿Valerio sentía lo mismo que yo? ¡Ay! No. Había un tinte de melancolía en todos sus pensamientos y una tristeza en su semblante que el sol de Roma y los versos de Virgilio no pudieron disipar. Tenía sentimientos profundos, pero poca alegría había en ellos.

A los sentimientos que tenía yo hacia él se sumaba la inexplicable sensación de que mi acompañante no era un ser de este mundo.

Thomas Lawrence, Retrato de Humphry Davy

A menudo me paraba ansiosa para comprobar si respiraba igual que yo, o si su silueta hacía sombra a sus pies. Su apariencia era la de un vivo, pero pertenecía a los muertos.

No sentí aprensión ni miedo. Lo amaba y lo respetaba. Estaba sinceramente preocupada por su felicidad, pero con esas sensaciones corrientes se mezclaba algo sobrenatural…No puedo llamarle pavor, aunque tenía algo que ver con un sentimiento de rechazo, una sensación para la que no tengo nombre, pero que se mezclaba con mis pensamientos y de una manera extraña caracterizaba nuestra relación.

Henry Raeburn

A menudo, cuando dejaba que mis pensamientos gobernaran mi discurso, me encontraba con la mirada de sus ojos brillantes, aunque serenos. Aunque solo derramaba simpatía, me frenaba.

Si apoyaba su mano sobre la mía, yo no temblaba, pero era como si mis pensamientos se detuvieran y mi corazón se ponía a palpitar con una especie de inquietud, hasta que la quitaba. No obstante, todo era muy ligero, apenas lo percibía, y no hacía disminuir mi cariño y mi preocupación por él.

Quizás, si yo supiese toda la verdad, aumentaría mi afecto, y sin dificultad y espontáneamente me esforzaría en superar con interés y simpatía intelectual la barrera terrenal que parecía haber entre nosotros.

FIN

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